Mujeres, la otra cara de las cárceles rionegrinas
En total hay 11 mujeres privadas de su libertad que viven en los penales de Viedma, Roca, Cipolletti y Bariloche. La Oficina de Género del Poder Judicial sigue de cerca sus condiciones.
GÉNERO
Once mujeres viven en las cárceles rionegrinas. Las condiciones son mejores que para los 760 hombres que habitan tras las rejas pero para llegar hasta acá hubo mucha lucha de por medio que hace poco tiempo logró erradicar la última letrina para mujeres en una cárcel.
Las mujeres privadas de su libertad forman parte del grupo que la Oficina de Género del Poder Judicial atiende de manera constante. La tarea es permanente, con tres o cuatro recorridas anuales por cada una de las cuatro cárceles de Río Negro donde hay mujeres alojadas, con una vía de comunicación estable y un organismo donde se canalizan las necesidades para que la pena hacia una mujer solo sea la vida en la cárcel y se garanticen el resto de los derechos.
El sistema de reclusión para mujeres en Río Negro es diferente al de la provincia de Buenos Aires o al Federal donde hay cárceles exclusivas para mujeres e incluso algunas donde las internas conviven con sus hijos menores de 5 años. En esta provincia las cárceles de Viedma, Roca, Cipolletti y Bariloche tienen un área destinada a las mujeres, con celdas particulares con condiciones de habitabilidad aceptables. Algunas han armado en esos pequeños espacios “mini” hogares, con mesa, sillas, televisor y heladera. Otras están con menos comodidades y con dificultades de tener espacios al aire libre para el esparcimiento en la cárcel debido a que deben tener el “recreo” en horarios distintos a los hombres.
Otra particularidad de Río Negro es que adhiere a las “reglas de Bangkok”, que son las normas establecidas por Nacionales Unidas para el tratamiento de las mujeres reclusas y medidas no privativas de la libertad, que entre otros puntos posibilita que en la provincia las mujeres con hijos menores de 5 años tengan prisión domiciliaria y en poco tiempo se instrumentará el sistema de tobillera.
“En Río Negro no hay cárceles de mujeres y esto es un avance en la provincia porque a la situación de estigmatización que la mujer sufre por ser mujer y la desigualdad que sufre en este sistema patriarcal de vinculación, el estar privada de libertad es un grado más profundo de estigmatización, porque la mujer se sale del estereotipo. No se le perdona a la mujer que delinca”, afirmó a “Río Negro” Beatriz Mosqueira coordinadora de la Oficina de Género del Poder Judicial que preside la jueza Adriana Zaratiegui.
Mosqueira defiende el modelo actual porque permite a las mujeres privadas de su libertad “estar cerca de sus familias, generar revinculación y resocialización” aunque asegura que aún faltan mejoras que debe proporcionar el Estado como actividades al aire libre, deportivas y talleres de formación.
“Tenemos que garantizar los derechos al esparcimiento, a la educación, a la revinculación, a la salud, más allá de que estén privadas de su libertad son mujeres con derechos dentro de la prisión y la pena es estar adentro de la prisión, todos los demás derechos deben garantizarse”, señaló la coordinadora de la Oficina de Género que días atrás realizó su última visita anual al Penal 3 de Bariloche donde actualmente solo hay una mujer presa.
La Oficina de Género del Poder Judicial nació en 2010 como replicadora de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la introducción de la perspectiva de género en el Poder Judicial y en 2012 se firmó un plan interinstitucional para el abordaje de esta temática en la que participó el Poder Ejecutivo, la Legislatura, la Defensoría del Pueblo, el Poder Judicial y la Universidad de Río Negro.
Desde hace 4 años las autoridades de la Oficina -incluida la jueza del Superior Tribunal de Justicia a cargo del área- recorren cada penal con una tarea de “acompañamiento y observatorio” de las condiciones de vida de las mujeres privadas de su libertad. Se trabaja de manera conjunta con los jueces de Ejecución Penal que tienen a su cargo la situación de las detenidas, con los defensores de las mujeres presas, el Servicio Penitenciario Provincial y otros organismos.
La población femenina en las cárceles se distribuye hoy con 5 mujeres en Roca, 3 en Cipolletti, 2 en Viedma y 1 en Bariloche. La mayoría cumple penas por homicidio.
Perspectiva de género en el Estado
En septiembre de 2012 todos los poderes del Estado provincial junto a la Defensoría del Pueblo y la Universidad Nacional de Río Negro plasmaron un acuerdo para “la incorporación de la perspectiva de género en todas las áreas de intervención de los poderes e instituciones participantes”.
Con este plan se pretende instruir de manera transversal acerca de la temática con el objetivo de “eliminar la discriminación o subordinación de las mujeres” por lo que cada organismo inició un programa de acción con capacitaciones, talleres y otras actividades. Parte de este plan es el trabajo de la Oficina de Género del Poder Judicial que realiza capacitaciones en perspectiva de género, violencia doméstica, trata de personas, acceso a la Justicia para personas con discapacidad y reglas de Bangkok.
DeBariloche
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