Bélgica venció 2-0 a Inglaterra y se quedó con el tercer puesto del Mundial

Con goles de Thomas Meunier y Eden Hazard, los Diablos Rojos se suben al podio en el Mundial de Rusia.

Bélgica finalizó en el tercer lugar del Mundial de Rusia 2018 al ganarle 2-0 a Inglaterra en San Petersburgo. Los Diablos Rojos lograron su mejor presentación histórica en 13 participaciones en Copas del Mundo.

Con este resultado, la Bélgica del español Roberto Martínez superó lo hecho por aquel equipo de ensueño de Enzo Scifo, Jan Ceulemans y Jean-Marie Pfaff en México 1986, que perdió con Francia (4-2 en tiempo extra) el partido por el tercer lugar.

Los belgas habían caído 1-0 en las semifinales de Rusia 2018 con los Bleus, el pasado martes también en San Petersburgo.

En la primera fase, compartiendo el Grupo G, los Diablos Rojos domaron a los Tres Leones con un 1-0 en Kaliningrado, que le valió para terminar como primeros de la llave con 9 puntos y dejar a los ingleses segundos con 6.

Inglaterra perseguía en Rusia los pasos del legendario combinado de Bobby Charlton, Bobby Moore y Gordon Banks que ganó el Mundial 1966 siendo anfitrión.

La derrota ante la banda de Hazard, Lukaku, De Bruyne y compañía la iguala, sin embargo, con el seleccionado inglés liderado por Gary Lineker que terminó cuarto en Italia 1990.

Bien pronto llegaron las emociones en San Petersburgo, en una primera parte dinámica pero con mejor progresión para Bélgica que no le dio tregua a Inglaterra exponiendo sus defectos en defensa, sobre todo cuando era atacada en contragolpe.

Bélgica avisó con una jugada de Eden Hazard en la frontal del área, pero la alarma no despertó a los ingleses, porque casi de inmediato llegó el gol de apertura, con Chadli desbordando por la izquierda para tirar un centro a media altura que Meunir remató anticipándose a Danny Rose en el área chica.

A partir de la anotación se vio lo mejor del seleccionado dirigido por el español Roberto Martínez, con Hazard efectivo en su papel de conductor y Romelu Lukaku muy activo en el frente pero sin claridad en la definición.

El joven guardameta inglés Jordan Pickford comenzó de a poco a emerger como figura de los Pross, porque Bélgica se hacía al control del juego con determinación, limitando los daños en su zona a pesar de dos intentos desviados de Harry Kane.

Más aplomado en la segunda parte, Inglaterra acomodó las marcas y Southgate le dio ingreso a Jesse Lingard y Marcus Rashford por Rose y Raheem Sterling, y con ellos los Pross mostraron una mejor versión.

Le pudo disputar la posesión a Bélgica con autoridad y estuvo cerca de abrir su cuenta en varias ocasiones, sobre todo a los 70 con una pelota que salvó milagrosamente sobre la propia línea de gol Toby Alderweireld, después de que Eric Dier le ganara un mano a mano a Courtois picándole la pelota.

En un desarrollo de ida y vuelta, pero con Inglaterra más decidido por obligación a buscar la igualdad, el partido ganaba constantemente en emoción, y a pesar de que los belgas se habían distanciado del arco inglés, sostenían el resultado con seguridad defensiva.

Pero en ese ir constante de los ingleses al arco de Courtois, los belgas sorprendieron en una transición rápida con De Bruyne apilando rivales en velocidad, para luego habilitar a Hazard, que con un remate al palo derecho de Pickford decretó el 2-0 final.

Los belgas a pleno, con su medalla del tercer puesto en el mejor mundial de su historia.


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