La ruleta rusa de la angustia

Argentina, que hace rato bordea la catástrofe, ayer se encontró con ella. Croacia le dio un cachetazo de realidad y lo venció 3-0. A pesar de la caída, aún tiene chances de pasar la fase.

El abismo nunca estuvo tan cerca para la Argentina. O sí. Sólo faltaba alguien que lo despertara de la fantasía de creer que contaba con un equipo competitivo en esta Copa del Mundo.

Croacia lo abofeteó de la peor manera y dejó en evidencia que esta selección juega a la ruleta rusa. Y como no tiene ni suerte, el tiro fatal le salió ayer en Niznhy Novgorod, en una de las peores derrotas en la historia de los mundiales. Esa única bala podría haber salido en las Eliminatorias, pero Lionel Messi lo impidió, como por ejemplo ante Ecuador en la altura de Quito, la noche que la selección certificó su boleto a este Mundial de Rusia, que de una forma u otra será inolvidable

Argentina no tiene respuestas futbolísticas, ni tampoco anímicas porque es incapaz de soportar una situación adversa como la del primer gol. El insólito error de Wilfredo Caballero en el primer gol no hace más que exponer la nula visión de Jorge Sampaoli, que se inclinó por el veterano arquero por su supuesto buen manejo del balón con los pies.

Sampaoli destila errores a medida que se avanza en las líneas. Argentina ataca mal y defiende peor. Su proyecto de equipo fracasa por dónde se lo mire y lo que hasta ahora ha cosechado es lógico. Un empate en el debut ante Islandia, que si se animaba hasta lo podía haber ganado, y una derrota esperable ante un conjunto croata que marcó diferencias con quién tiene que hacerlas: sus estrellas estelares.

Luka Modric e Ivan Rakitic, autores de otros dos goles de su equipo, son los que abrochan el planteo de un equipo que sabe a lo que juega. A la Argentina no los salva ni sus jugadores símbolo. Lionel Messi lleva dos partidos arrastrando su frustración en Rusia y nadie se siente con confianza en el plantel porque el que menos la tiene es Sampaoli.

De un 4-2-3-1 pasa a un 3-5-2 y con tres cambios de un partido a otro donde el único que se destaca es el zapalino Marcos Acuña, y no porque el Huevo haya realizado una labor extraordinaria ante Croacia. Sólo quiso jugar, nada más simple que eso.

Argentina llegó a Rusia sin un plan y sin ello no hay confianza. Así, el bloqueo psicológico masivo toma cuerpo ante cada situación adversa. Ayer, tras un primer tiempo donde el duelo táctico dio tablas, Argentina fue incapaz de recuperarse luego del error de Caballero. Sampaoli cambió figuritas y puso a Pavón, Dybala e Higuaín, pero no entraron en el álbum. El entrenador no lo tiene.

La selección no tiene documentos, no sabe quién es y la crisis de identidad está a punto de sacarlo del Mundial. Clasificar a octavos ya depende de un milagro, aunque en verdad Argentina no puede con su realidad. Así, siempre será difícil.

Qué necesita la selección para meterse en los octavos de final

Datos

Con la derrota ante Croacia, quedó con un punto y ya no depende de sí mismo para clasificar a octavos de final. De máxima, pasará como segundo, algo que hoy igual no parece sencillo aunque sí tiene chances. Antes que nada, depende de cómo salgan Islandia-Nigeria, hoy a las 12.
El equipo Vikingo es el principal rival y es fundamental que los africanos ganen o le saquen dos puntos a Islandia.
Si hoy gana Nigeria sería la mejor para la Selección, ya que si luego venciera a los africanos (con chances de clasificarse) quedaría arriba. En este caso, habría que esperar que si Islandia supera a Croacia sea por menos diferencia de la que logre Argentina (hoy está en -3), o esperar que Islandia empate o pierda con Croacia, ya clasificada como líder.

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