Crece la tensión entre Francia e Italia por los “chalecos amarillos”

Con el trasfondo de las próximas elecciones en el Parlamento Europeo, la tensión entre Italia y Francia se agudizó ayer después de que París llamara a consultas a su embajador en Roma tras una serie de “ataques sin precedentes” por parte de dirigentes de ese país contra el presidente francés Emmanuel Macron.

París llamó a consultas a su embajador en Roma tras una serie de “declaraciones desmedidas” y de “ataques sin fundamento” de dirigentes italianos, anunció el ministerio de Relaciones Exteriores francés.

“Francia ha sido, desde hace varios meses, objeto de acusaciones reiteradas, de ataques sin fundamento, de declaraciones desmedidas”, declaró la portavoz del ministerio, Agnès von der Mühll. “Esto no tiene precedentes, desde el final de la guerra (…) Las últimas injerencias constituyen una provocación adicional e inaceptable”, agregó.

El encuentro de Luigi Di Maio, viceprimer ministro italiano y jefe del Movimiento 5 Estrellas , con miembros de los “chalecos amarillos”, movilizados contra el presidente Emmanuel Macron, fue la gota que colmó el vaso. Di Maio anunció el martes en las redes sociales que se reunió con miembros de este colectivo antigobierno. “El viento del cambio cruzó los Alpes”, dijo el italiano tras la cita.

“Esta nueva provocación es inaceptable entre países vecinos y socios dentro de la Unión Europea (UE)”, comentó un portavoz de la cancillería francesa.

A principios de enero, Di Maio ya había dado su apoyo a los “chalecos amarillos”. “¡No cedan!”, les había dicho en el blog del M5S, movimiento antisistema nacido en 2009 en rechazo a la clase política por parte de los italianos.

El ministro del Interior italiano y líder de la Liga, Matteo Salvini, intenta organizar un frente europeo de extrema derecha contra los proeuropeos, entre los cuales figura Macron, en vista de las elecciones europeas del 26 de mayo. En enero, Salvini dijo que Macron era un “presidente pésimo” y expresó su deseo de que los votantes franceses enviaran un mensaje a Macron al demostrar su apoyo a la ultraderechista Marine Le Pen, una aliada de Salvini en el escenario político europeo.

Francia respondió a lo que calificó como una serie de “ataques sin precedentes desde el fin de la guerra” de dirigentes del gobierno populista italiano.