Gobierno y oposición venezolana debaten cómo superar la crisis
En la agenda figuran temas como la escasez de alimentos y medicinas y la lucha por la defensa de los derechos básicos como las elecciones libres.
El gobierno de Nicolás Maduro, presionado por las sanciones de Estados Unidos, y la fracturada oposición venezolana reanudaron ayer en República Dominicana las reuniones con miras a solucionar la abrumadora crisis económica y política del país.
Los delegados del gobierno y de la Mesa de Unidad Democrática –una alianza de casi tres decenas de partidos opositores– sesionarán hasta hoy con la participación del canciller dominicano Miguel Vargas y la mayoría de sus pares del llamado grupo de “países garantes” compuesto por Bolivia, Chile, México, Nicaragua y Paraguay.
Se informó que las delegaciones tendrían por separado una reunión técnica con los cancilleres antes de su encuentro formal.
El delegado opositor Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional, afirmó que en medio de la tragedia que vive Venezuela ya es un logro tener a los cancilleres de cinco países de la región como acompañantes en el diálogo con el gobierno.
En declaraciones a la prensa resaltó que vino con la determinación de lograr soluciones inmediatas a temas como la escasez de alimentos y medicinas y luchar por la defensa de los derechos básicos como el derecho a elecciones libres.
El portavoz de delegación del gobierno, ministro de Comunicación e Información Jorge Rodríguez, afirmó que exigirán con mucha fuerza el cese inmediato de las agresiones económicas a Venezuela y aseguró que, al contrario del reclamo de sus críticos, las instituciones venezolanas están en capacidad de proporcionar todas las garantías electorales y políticas.
Con el gobierno acosado por las sanciones internacionales y el derrumbe de la economía, la oposición venezolana esta vez parece tener más poder de negociación que en las anteriores tentativas de diálogo, aunque las expectativas siguen siendo bajas.
Algunos analistas, sin embargo, expresaron su optimismo de que se pueda llegar a un acuerdo debido a que la administración de Maduro, con problemas de liquidez, está buscando desesperadamente apoyo mientras trata de refinanciar la enorme deuda externa venezolana y aliviar las sanciones impuestas en agosto por el gobierno de Trump.
El simple hecho de que las dos partes acordaran un diálogo formal es una señal de progreso.
Para lograr su cometido, entre los que se destaca renegociar la deuda externa, Maduro quizás no pueda evitar ceder ante algunas demandas, entre ellas, restituirle a la Asamblea Nacional las facultades que le arrebató.
El bloqueo económico de EE. UU. que complica al gobierno de Maduro
Datos
- Washington prohibió a firmas estadounidenses que hagan nuevos préstamos a Venezuela debido a los abusos a los derechos humanos cometidos durante las protestas antigubernamentales que entre abril y julio dejaron más de 120 muertos. Otras naciones como Canadá y Europa se sumaron a las sanciones. En semanas recientes, el Departamento del Tesoro dijo que podría considerar autorizar a estadounidenses para negociar un acuerdo de deuda si el plan de reestructuración tiene el apoyo de la Asamblea Nacional, dominada por la oposición. Una oposición que hoy está muy dividida, con algunos que incluso legitiman a Maduro.
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