Renunció el vicepresidente de Uruguay salpicado por corrupción

Había protagonizado otro escándalo: se presentaba con un título que no tenía. La esposa de José “Pepe” Mujica lo reemplazará al frente del Senado.

El vicepresidente de Uruguay, Raúl Sendic, anunció ayer su renuncia en medio de denuncias de corrupción. El presidente Tabaré Vázquez la aceptó, informaron medios de ese país.

Sendic, de 55 años, informó que dejaba el cargo luego de que el Tribunal de Conducta Política del Frente Amplio determinara que había incurrido en un “proceder inaceptable en la utilización de dineros públicos” y lo acusara de mentir en sus explicaciones.

“Presenté ante el Plenario del Frente Amplio mi renuncia indeclinable a la Vicepresidencia. Se lo comuniqué también al presidente Tabaré Vázquez”, escribió Sendic en su cuenta de Twitter.

Esta es la primera vez que renuncia un vicepresidente en Uruguay y la Constitución no establece cómo debe ser el procedimiento. El constitucionalista Martín Risso dijo al diario El País que Sendic debería presentar la renuncia por escrito ante la Asamblea General del parlamento, que presidió hasta ayer, y debería votar si la acepta o no.

La prensa uruguaya especulaba ayer que la senadora por el Movimiento de Participación Popular (MPP) Lucía Topolansky asumiría sus funciones. Es la esposa del expresidente y ahora senador José Mujica, quien afirmó: “Topolansky es vieja militante del partido, va a sumir lo que le pida su organización y la circunstancia”. Sería la primera vicepresidenta en la historia.

Los escándalos

El más reciente escándalo que involucra a Sendic estalló en junio cuando el semanario Búsqueda informó que entre 2010 y 2013, mientras presidió la petrolera estatal Ancap, usó tarjetas de crédito corporativas para comprar objetos que poco tenían que ver con su gestión.

También compró en joyerías, tiendas de artículos electrónicos y de souvenirs. Luego, en el libro “Sendic. La carrera del hijo pródigo”, las periodistas Patricia Madrid y Viviana Ruggiero publicaron los facsímiles de los estados de cuenta de las tarjetas.

Ante el Tribunal de Conducta Política de su partido, Sendic no pudo explicar por qué hizo una compra en una mueblería y colchonería: “A mí me parece muy rara esa compra”, se limitó a declarar ante el tribunal. Tampoco dio explicaciones sobre otras compras.

El caso también está siendo analizado por la Junta de Transparencia y Ética Pública, un organismo oficial anticorrupción.

Más allá de sus compras con las tarjetas de la empresa, la gestión de Sendic al frente de Ancap dejó tal déficit que en 2016 el Parlamento debió aprobar una inyección de capital en la empresa de 872 millones de dólares para evitar su quiebra. Tales pérdidas provocaron un escándalo incluso dentro del oficialismo. El actual ministro de Economía, Danilo Astori, responsabilizó del caso a Sendic y al anterior presidente José Mujica (2010-2015).

Sendic se defendió argumentando que el déficit se originó por fuertes inversiones necesarias supuestamente realizadas por Ancap. Sin embargo, tres partidos opositores presentaron una denuncia judicial alegando que hubo posibles actos de corrupción.

La petrolera también hizo una campaña publicitaria millonaria en televisión con un eslogan que luego Sendic usó como propio en la campaña electoral.

El desprestigio del vicepresidente comenzó en 2016 cuando admitió que no es licenciado en genética humana aunque así se presentó durante años.

“En Brasil aparecen bolsones de plata, enfrente unas monjitas tiran unos bolsones de plata y nosotros discutimos unos calzoncillos”.

José Mujica, expresidente, se quejó de la resolución del caso Sendic.

Se perfilaba como la renovación

Raúl Fernando Sendic (55) se perfilaba como recambio en el liderazgo de la izquierda uruguaya: joven, de carácter sosegado, hijo de un legendario guerrillero, concitaba apoyos de todos los sectores del gobernante Frente Amplio, pero el escándalo terminó con su carrera política. Protegido del expresidente José Mujica, quien lo puso al frente de la principal empresa pública uruguaya para catapultarlo a las más altas esferas del poder, Sendic había logrado centralizar la atención de su coalición política, que congrega desde comunistas hasta ortodoxos económicos.

Según la Constitución, ante una renuncia la vicepresidencia debe ser ocupada por el segundo senador más votado; otros dicen que el cargo queda vacante.

Datos

“En Brasil aparecen bolsones de plata, enfrente unas monjitas tiran unos bolsones de plata y nosotros discutimos unos calzoncillos”.
Según la Constitución, ante una renuncia la vicepresidencia debe ser ocupada por el segundo senador más votado; otros dicen que el cargo queda vacante.

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios