Tender puentes, el desafío de Vizcarra en un Perú en crisis

La renuncia de Pedro Pablo Kuczynski deja a Martín Vizcarra, su sucesor en la presidencia de Perú, el doble reto de conformar un gobierno de unidad para superar la inestabilidad política e impulsar la economía.

En un país polarizado en el que unos reclaman elecciones anticipadas y otros exigen que agote el mandato hasta julio de 2021, Vizcarra, un hombre pragmático, tendrá que hacer malabarismos para lidiar con un Congreso dominado por el partido de Keiko Fujimori, victoriosa de esta crisis, que llevó a Kuczynski a renunciar el miércoles.

La única fortaleza del hasta hoy embajador en Canadá es que no está salpicado por escándalos de corrupción ni tiene afiliación política.

Esto puede permitirle tender puentes, algo que no debería ser imposible para un ingeniero civil ligado a la construcción.

El primer desafío para Vizcarra será conformar un gabinete “de ancha base, de unidad nacional” en el que no deberían participar los ministros que acompañaron a Kuczynski, para no ser “percibido como un gobierno continuista”, dice a la AFP el analista político Mirko Lauer.

“Lo clave es que jale el centro político, que abandonó a Kuczynski en la última hora”, añade Lauer, agregando que Vizcarra podría apelar a su condición de político provinciano para convocar a figuras de distintas regiones de Perú.

Sin embargo, no todos piensan igual. El excandidato presidencial Alfredo Barnechea, líder del partido Acción Popular (centro), conminó a Vizcarra a convocar comicios presidenciales y legislativos anticipados porque “es un presidente de transición”.

Pero “Vizcarra no puede convocar a elecciones” anticipadas, explica Fernando Tuesta, analista político y exjefe de servicio electoral de Perú.


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