Municipios se unen para generar su desarrollo

RIO COLORADO(ARC).- Los municipios de General Conesa, Guardia Mitre y Río Colorado refrendaron un acuerdo para la explotación sistemática de todas las actividades productivas de esas tres regiones a fin de mancomunar esfuerzos e inversión con el objeto de lograr mayor cupo de producción intentando ganar un mercado más amplio.

De este modo, los intendentes de estas localidades se suman a tiempo a una nueva modalidad de encarar estrategias para el desarrollo competitivo. (Ver recuadro)

El proyecto elaborado por el diputado provincial Sigifredo Ibañez recibió el beneplácito de las tres comunas que días atrás procedieron a firmar un acta- acuerdo donde se establece una primera etapa que contempla entre otros un diagnóstico integral de la región.

Asimismo solicitaran al Ejecutivo provincial y al poder legislativo los recursos necesarios para la concreción de los estudios correspondientes.

En los fundamentos del proyecto se indica que dichas localidades cuentan con características ambientales y geográficas similares con bajo nivel de valorización.

En el nivel funcional existen similitudes que le dan una coherencia susceptible de generar proyectos en forma compartida, estructurados a partir de sus sistemas productivos ganaderos, frutícolas y turísticos.

El autor del proyecto entiende que para poder revertir este proceso de fragmentación y baja capacidad de desarrollo es necesario definir una estrategia global de desarrollo capaz de valorizar los recursos locales de manera que se pueda mejorar la calidad de vida de los habitantes de esas zonas.

Además generar un valor agregado territorial a través de la optimización de los recursos aumentando la capacidad de generación de empleos a fin de absorber la demanda en forma sustentable.

Ibáñez manifiesta en el proyecto que para cumplir con estos objetivos es necesario generar la suficiente masa crítica de actores, proyectos y recursos de manera tal que los esfuerzos no se diluyan ni se fragmenten como en el pasado.

«Para ello es imprescindible construir la región desde una perspectiva más orgánica y funcional en torno a proyectos catalizadores», se sostiene en el estudio.

En la primera etapa se va a trabajar en un diagnóstico expeditivo de la región entre los que se encuentran los recursos humanos y los problemas sociales existentes. La estructura de formación y reproducción de los conocimientos globales y locales como así también la cultura y la identidad.

La gobernabilidad, se indica, incluye la importancia en la actividad de las instituciones, asociaciones y sindicatos, el funcionamiento de los grupos sociales y su nivel de integración a la problemática regional.

La evolución de la economía regional y la del mercado de trabajo y las alternativas productivas en la que hay que diferenciar dos elementos.

Primero las actividades dependientes de un mercado consumidor exterior al territorio ( ya sea de productos o de servicios) de la cual hay que estar seguros de su competitividad en el mercado nacional o mundial.

«Aquí es necesario pensar globalmente aún cuando el proyecto en sí no esté destinado sólo a obrar localmente», enfatizó el diputado. Agregó que en segundo lugar que las actividades tendientes a responder a las necesidades locales( vivienda, servicios de proximidad, etc) para las cuales los problemas de competitividad no se plantean en los mismos términos.

Una de las líneas de trabajo a llevar adelante es la definición de perfiles de proyecto.

El mismo es una descripción exhaustiva ( cuantitativa y cualitativa) de un proyecto de desarrollo productivo cuyos datos permiten evaluar la factibilidad y rentabilidad que son necesarios conocer con anterioridad a la ejecución de los mismos.

Una tendencia que se impone

ROCA.- El desarrollo es un fenómeno fuertemente localizado, que se debe planificar, organizar y gestionar desde cada unidad territorial con capacidad de decisión estratégica, como son las regiones.

Ello implica un fuerte desafío, pero también una gran oportunidad para los espacios locales, particularmente los pueblos.

Así lo han visto, a tiempo, los administradores municipales de Conesa, Río Colorado y Guardia Mitre a instancias de una iniciativa legislativa.

Saben, tras asesorarse, que el territorio juega un papel relevante en la dinámica de la reconstitución y transformación de las actividades económicas. No es lo mismo pensarla y pelearla solo que acompañado. Porque en este nuevo (des)orden mundial, los «territorios organizados» se insertan de un modo diferente al pasado.

Así, ya no es posible definir a una región en términos estáticos o geográficos, sino de inteligencia y organización. Hoy no se privilegia el continente, sino el contenido.

Este concepto, menos mal, tres administraciones lo rescatan con una condición indispensable: identificar la cultura regional. Valores, símbolos y prácticas sociales unifican más a la gente de Conesa con la de Río Colorado que con la del Alto Valle. Identificar, entonces, todo aquello que separa y une, simultáneamente, es una prioridad.

Y como supone aplicarle a la región reglas empresariales, ya se piensa en:

• qué producir y para qué mercados,

• cómo financiar los emprendimientos y proyectos,

• con qué recursos humanos y empleo se puede contar y

• con qué imagen corporativa y de promoción se saldrá al mundo.

Así piensan recuperarse estos pueblos del actual letargo.

«El territorio potencializa a la gente»

«La planificación estratégica desde la idea de «nuevos territorios locales» no es una técnica ni una tecnología; es una política, es la construcción del poder», sostuvo la decana de la Facultad de Economía de la UNC, Graciela Landriscini, en un curso que dictó sobre el poder los municipios y la regionalización en la maestría de Gestión y Planificación de las Organizaciones, organizado por Alicia Bosani, de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNC. Rescató experiencias nuevas de gestión de los municipios -como los planteados, por ejemplo entre Conesa, Río Colorado y Guardia Mitre- porque «hay que generar nuevos espacios, territorios, donde participe la gente, fundamentalmente, buscando o reafirmando identidades».

Insistió en que «el desarrollo local y la planificación estratégica presupone incorporar a la gestión pública una mayor reflexividad sobre las fortalezas y debilidades de la estructura productiva local».

En este sentido, reiteró que «las tendencias que provocan las políticas de ajuste llevan al aumento de amenazas pero también de las oportunidades, a que las particularidades territoriales sean de suma importancia para desarrollar una capacidad estratégica local». «El territorio es relevante, produce coordinación y potencializa a la gente del lugar», concluyó.

Horacio Lara