Murieron más de tres mil lechones por la lluvia en la meseta

“Los lechones flotaban y todo era una laguna, no teníamos dónde sacarlos”, contó un productor de Colonia Rural Nueva Esperanza. Durante la tormenta del domingo y lunes pasado, en esa zona, no solo las casas quedaron bajo agua, también los chiqueros. Perdieron unos 3.000 lechones, que equivalen a 3.600.000 de pesos, además de las chanchas madres y aves que, al momento, no están contabilizadas.

Alejandro Benítez, presidente de la Asociación de Fomento Rural, estuvo desde el primer momento con la gente. Todos, en el barrio contaron que era la producción que pensaban vender en las fiestas, pero la esperanza de hacer un buen negocio quedó empantanada.

Antes que nada, asistieron a los vecinos afectados con víveres, ropa, colchones. Cuando ellos volvieron a sus casas y el agua empezó a escurrir, comenzaron a analizar las pérdidas en la producción. Como vieron que eran grandes llamaron al Ministerio de Producción para que les brinde apoyo.

“En la actualidad hay 300 productores. Teníamos un panorama de las pérdidas, porque en estos días habíamos visto los animales muertos. La mayoría de la gente vive de esto y de acá sacan el alimento que llevan a la mesa”, contó Benítez.

Además de los animales muertos, a muchos productores se les mojó hasta el alimento balanceado que tenían acopiado, se le partieron paredes de las parideras y se arruinaron chiqueros.

Alejandro mostró las fotos y los audios que le mandaban por WhatsApp el día de la lluvia. En uno de ellos, la voz de una mujer angustiada decía: “Tengo agua hasta las rodillas en los chiqueros. Solté las madres pero no se puede hacer mucho, no hay ningún espacio seco”.

En la chacra de Richard Gaglio, los chiqueros todavía permanecen inundados con barro y bosta. Dice que perdió unos 120 lechones, 20 madres y 40 aves. “Hay que rellenar, arreglar los corrales, no se que vamos a hacer”, dijo el productor.

A Gaglio no es la primera vez que le toca pasar por esto. En la tormenta del 2014, recordó, perdió 200 lechones. En ese momento sacó fotos, buscó, pero ahora está desanimado. “Esto es un golpe bárbaro, porque venís esperando las fiestas para hacer una diferencia y que te pase esto es terrible. Voy a tener que salir a buscar trabajo de carnicero”, dijo

Abelardo Burgos, ayer pudo bombear el agua y su puesto ya estaba casi seco. Allí contó que a los chanchos grandes los salvó, pero perdió unos 12 lechones “y es una lástima porque era la producción de fin de año”, aseguró.

Las instalaciones que hizo con material sufrieron daños. El productor contó que hasta hace un año tenía 19 madres y ahora debió dejar 6. Es que la tormenta se suma a las subas de precios de los alimentos. “ No podés afrontar tanto sogazo”, concluyó.

En la meseta, ayer perduraba el agua y barro en el interior de los chiqueros y parideras.

Juan josé thomes

Los crianceros perdieron los animales que pensaban comercializar durante las fiestas de fin de año y “hacer la diferencia del año”.

La voz de aquellos

que perdieron mucho

“Hay que hacer un pequeño criadero, parideras, levantar los chiqueros. En el último tiempo, en vez de ampliar nos achicamos”.

Abelardo Burgos, productor

“Siempre todo se hizo por arriba. Para hacerlo en serio se necesitan créditos blandos, que podamos devolver.

Richard Gaglio, productor