Murió el rey de Arabia Saudita

Actualizado a las 11:13

Riad (dpa) – El rey de Arabia Saudí, Fahd Ibn Abdelaziz, murió hoy a los 84 años en la clínica Rey Faisal de Riad, donde llevaba varias semanas ingresado tras agravarse su estado, informó la televisión estatal. Su medio hermano, el príncipe heredero Abdullah, fue coronado rey inmediatamente después del deceso.

El actual ministro de Defensa, el príncipe Sultan, es ahora el primero en la sucesión al trono. Abdullah era el gobernante de facto del reino saudí desde que el rey Fahd sufriera una apoplejía en 1995. El rey de Arabia Saudí porta además el título de «Guardián de los Lugares Santos» del islam en La Meca y Medina. Incluso antes de que se informara oficialmente de la muerte del monarca, la televisión estatal suspendió su programación y se limitó a mostrar una imagen de la Kaaba de La Meca.

El rey Fahd, quien tenía problemas de corazón y padecía diabetes desde hace años, había sido ingresado el 27 de mayo con una pulmonía en el hospital. Mientras los médicos luchaban por salvar su vida, en el seno de la familia real se desataron acalorados debates sobre la sucesión al trono. Aunque ya estaba claro que Abdullah sería el próximo rey, hasta el último momento se discutió quién se convertiría en el nuevo príncipe heredero.

Duelo en el mundo árabe

Los países árabes anunciaron períodos de duelo, cancelaron una cumbre y enviaron a dignatarios a Riad tras enterarse de la muerte del rey Fahd de Arabia Saudita, cuyo control de las reservas petroleras más grandes del mundo lo convirtieron en una de las figuras más influyentes de la región. Jordania, que como muchos países árabes se benefició de las inversiones saudíes, fijó un período de duelo de 40 días. Egipto, Siria, Líbano y la Liga Arabe, con sede en El Cairo, anunciaron tres días de duelo.

«Arabia Saudita ha perdido uno de sus hijos más dedicados, un líder entre los más queridos entre sus líderes y hombres'', dijo el presidente egipcio Hosni Mubarak, quien proyectaba asistir al funeral de Fahd. Una cumbre árabe de emergencia convocada por Mubarak tras los ataques terroristas del 23 de julio en Sharm el-Sheij fue postergada. Entre los primeros líderes que se dirigían a la cumbre estaba el presidente yemení Ali Abdula Salé, quien tras llegar a Sharm se enteró de la muerte de Fahd y decidió retornar en su avión a Yemen.

En Arabia Saudita las oficinas del gobierno permanecieron abiertas, y continuó el bombeo de crudo en los pozos petroleros. Las banderas no fueron bajadas a media asta pues la insignia saudí lleva la leyenda «No hay otro dios que Alá y Mahoma es su profeta'', y si se baja la bandera, eso podría ser considerado degradante para el nombre de Dios. Fahd fue reemplazado en el trono por su hermanastro, el príncipe Abdulá, quien ha sido el gobernante de facto de Arabia Saudí desde que un ataque de apoplejía incapacitó a Fahd en 1995.

«No creo que cambie la política saudí, pero su ejecución será más rápida'', dijo Turki al-Hamad, un prominente columnista saudí y ex profesor de ciencias políticas. «Ha existido cierto vacío político desde 1995'', indicó. «Ahora el rey Abdulá restablecerá la estatura que había tenido el reino''. También hubo una reacción en los mercados petroleros. El precio del crudo superó los 61 dólares por barril minutos después de difundirse la noticia de la muerte de Fahd.

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