Murió un joven aparentemente por inhalar nafta

VIEDMA (AV)- Un joven de 22 años murió presuntamente por inhalar combustible. Fue identificado por la Policía como Javier Castillo. El muchacho sufría hace tiempo una tremenda adicción a las drogas que lo fue desmejorando hasta llevarlo a la muerte.

Según se supo, habría existido hasta una orden judicial para procurar su rehabilitación. Vecinos de la vivienda donde vivía junto a sus padres, en el barrio conocido como las 152 Viviendas en adyacencias a la estación del ferrocarril en Viedma, habían recurrido hasta a los medios de comunicación para tratar de solucionar una situación que consideraron insostenible por las actitudes de este joven que no respetaba ninguna regla de convivencia.

Desde escuchar música al más alto volumen en horarios de descanso, hasta realizar exhibiciones en la vía pública.

Según trascendió en la mañana de ayer, cuando el padre del joven se levantó observó a su hijo tirado en el piso de su habitación. Cuando arribaron al lugar los médicos, certificaron que Javier había muerto hacía más de una hora.

Tras la intervención policial y judicial, se dispuso la realización de la autopsia del muchacho.

Si bien aún no se conocen los resultados, el informe preliminar indicaría que el cadáver habría despedido un fuerte olor a combustible. Ahora restan realizar los análisis correspondientes para determinar si el joven sólo inhaló o también ingirió nafta lo que le habría provocado la muerte.

Apenas conocida su muerte comenzaron a circular los comentarios que no descartaban esa última posibilidad, teniendo en cuenta el estado extremo en el que este chico se encontraba por el consumo de drogas, cuya graduación habría ido creciendo con el trascurrir del tiempo al llegar al extremo de inhalar combustible.

Entre los vecinos se comentaba que el daño sufrido por este chico «daba escalofríos con sólo observarlo». Y ante la muerte, surgen los interrogantes por la evident desprotección sufrida por un joven de apenas 22 años frente al consumo de drogas.

En el barrio escenario de esta tragedia, el tema fue el centro de los comentarios durante todo el día con más fuerza que en todos estos años que fueron testigos del fulminante deterioro que producen las drogas.

Hace tiempo, y en más de una oportunidad, los mismos vecinos fueron los encargados de hacer público el tema, reclamando una solución para ese chico que nunca llegó. Ayer todos coincidían en plantear por qué si existía una orden judicial, no se cumplió; ni por qué tampoco la Justicia se ocupó de verificar que se concretara estando la vida de una persona en juego y de otras, teniendo en cuenta que el joven solía manifestar reacciones violentas. Todos miraron con ojos críticos la actitud de la Justicia y de los organismos públicos que debieron intervenir y no lo hicieron o intervinieron de una manera ineficaz. En este sentido pusieron ejemplos de algunos «pocos» jueces que han dispuesto la internación de jóvenes adictos pero que no se han quedado con la firma en un frío papel sino que se han ocupado del tema con un sentido humanitario «como debe ser».