Murió una beba en un incendio en Neuquén

Fue en una casilla en Villa Ceferino. El origen habría sido accidental. Su hermano se salvó.

NEUQUÉN (AN)- Una beba de 11 meses murió ayer al incendiarse la casilla en la que vivía con sus padres y un hermano de 4 años, que resultaron ilesos. Los bomberos realizaron pericias para tratar de determinar el origen del siniestro, que habría sido accidental.

La tragedia ocurrió poco antes de las 17 en la calle Treppo al 200 del barrio Villa Ceferino. La casilla que ardió estaba en el patio trasero de una vivienda de material donde viven familiares del matrimonio.

Según informaron fuentes policiales, la beba se llamaba Milagros Abigail. Estaba en la precaria vivienda de 4 metros por 3 construida con madera cantonera, en la que había una cama matrimonial y unos pocos enseres.

Junto a ella estaba su hermano de 4 años. La madre, Karina, de 23 años, se encontraba en la casa de adelante bañándose.

Por causas que se ignoran, se inició un foco de fuego que rápidamente tomó toda la casilla. El nene de 4 años pudo escapar pero la beba, que estaba sobre la cama, quedó atrapada.

Algunos vecinos dijeron que la madre intentó acercarse pero las furiosas llamas se lo impidieron.

También relataron que habían escuchado una explosión, aunque no todos coincidían en este dato. Según una fuente policial consultada por «Río Negro», pudo ser el estallido del televisor que había en el lugar a causa del fuego.

Los bomberos llegaron con rapidez aunque ya había poco por hacer, así que se dedicaron a controlar el fuego para que no alcanzara la vivienda delantera ni otras contiguas.

Luego vino la dolorosa tarea de remover los escombros y rescatar el cuerpo de la beba. Una enorme cantidad de vecinos se acercó al lugar donde ocurrió el drama y siguió en silencio el trabajo de bomberos y policías.

Mientras tanto la madre de la beba había sido trasladada al hospital Horacio Heller con una crisis nerviosa. Volvió cuando ya habían retirado el cuerpo, acompañada por profesionales, llorando y temblando. Ingresó a la casa de sus familiares y se escuchó una fuerte discusión y gritos de recriminación por lo que varios policías tuvieron que intervenir para calmar los ánimos.

Al padre de la víctima fatal, dijo la fuente policial consultada, lo encontraron varias horas después y le comunicaron la triste noticia. La casilla no tenía conexión de gas y estaba «colgada» del servicio eléctrico de la casa de sus parientes. Esa precaria instalación fue examinada por los bomberos para tratar de establecer si había una falla que pudo generar el incendio.

En lo que va del año se han quemado en esta capital más de 60 viviendas precarias, la mayoría de ellas ubicadas en asentamientos. Muchos de esos siniestros fueron intencionales, motivados en peleas vecinales.

Este caso, en cambio, fue accidental de acuerdo con los primeros resultados de las pericias conocidos anoche.


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