Música para las casas de un poeta 1-09-03

BUENOS AIRES (Télam).- El conjunto argentino- chileno Calycanto estrenó la obra de una de sus integrantes, Carla Giannini, titulada «Música para las casas de Neruda». El álbum conceptual, que fue premiado por el Fondo Nacional de las Artes de Chile, consta de dos canciones a Neruda («Pablo» y «Cueca 'del más gallo'»), y dos temas para cada una de las tres casas que el poeta (1904-1973) tuvo en Chile y que él bautizó como Isla Negra, La Chascona y La Sebastiana Giannini, creadora de «Música para las casas de Neruda» e integrante de Calycanto, apuntó en charla con Télam que «para los chilenos, las casas de Neruda nos estuvieron vedadas durante 17 años y parecían inalcanzables, porque no quisieron dejarnos conocer una parte importante de quien fue un gozador de la vida» La cantante y guitarrista, quien encaró la obra después de componer, en 2000, el tema «La Sebastiana» y ser tentada por los directivos del Museo Neruda en Chile, arriesgó que «aunque no me gusta trabajar por encargo, el trabajo me resultó bastante sencillo por el amor que le tengo a la obra de Neruda y por el significado que tuvieron esas casas cerradas por la dictadura» En relación al legado del poeta, la joven cantautora aseguró que «nosotros, como artistas populares, tenemos en Neruda un paradigma de lo que logra la palabra con su belleza y su testimonio para hacer que la gente entienda lo que está ocurriendo y disfrute de las cosas buenas de la vida». Puesta a contar las sensaciones que le despertó cada casa habitada por Neruda, Giannini relató que La Sebastiana, ubicada en el puerto de Valparaíso, «está en un cerro y aunque cuando la compró estaba derruida y llena de murciélagos, la transformó directamente en un barco con escaleras que van a ningún sitio, ojos de buey en lugar de ventanas y, en el dormitorio, un inmenso ventanal que te mete en el Pacífico» Conmovida por el componente mágico de esa vivienda, Giannini recordó que para inaugurar su hogar, el autor de «Veinte poemas de amor y una canción desesperada» cursó invitaciones que hablaban de un encuentro «con banderas, empanaditas, vino y cielo azul». Respecto de La Chascona, morada que el vate habitó en Santiago de Chile, la vocalista explicó que es la casa donde él «volcó más cosas de Temuco (localidad donde Neruda vivió su infancia) y se permitió hacer que por ella cruzara un arroyo y hubiera lugar, adentro mismo del living, para un árbol» Por último y sobre el popular y emblemático ámbito de Isla Negra, comentó que «quizá es la más conocida por su cosa teatral y por los mascarones de proa que pueblan sus paredes. Podría pensarse en el sitio que él eligió para reunir los juguetes que le regalaban los amigos: una locomotora verdadera, el caballito de un carrusel, las colecciones de botellas». «En cada una de esas casas -resumió la autora-, Neruda pasó gran parte de su tiempo. Ellas ayudan a completar la idea de quién fue y cómo vivió un ser tan especial y tan talentoso» El grupo nacido en 1998, además de Giannini, lo integran Damián D'Alessandro (guitarra, charango, arreglos y coros), Leonel Iglesias (guitarra, charango, arreglos), Graciela Rapaport (flauta traversa, quena), Adriana Leguizamón (piano, acordeón), Pablo Rodríguez (percusión-vibrafón) y Juan Pablo Lazo (bajo, guitarra y saxo).


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