Musical infantil para ver en familia 33-01-04

VILLA LA ANGOSTURA (AVLA).- Una mesa es una mesa, dicen los pragmáticos. Pero a veces, puede ser un tren, un barco, una nave espacial o una casa, retrucan las artistas, en este caso Cynthia Meyer, Silvina Souto Barros y Paula Ammni que llevan un mes poniendo en escena su última comedia musical infantil, en el centro de Convenciones.

«Cantando sobre la mesa», que de esa obra se trata, permanecerá todos los viernes de febrero como una opción al finalizar un día de excursiones, en el caso de los turistas, o comenzar el descanso de fin de semana para quienes son residentes.

Una historia de amigas, con sus diferencias y sus coincidencias; un viaje hacia la aventura que implica empezar un nuevo año y un mensaje postal de amor, con todas las variantes humanas -de pareja, amistad o filial- es el hilo conductor para que el elenco angosturense reincida en el género.

Durante la pasada temporada invernal, las actrices debutaron con «Una aldea de duendes», en la que Cynthia Meyer, igual que ahora, tuvo a su cargo la dirección.

Cuidado diseño y confección de vestuario, lo mismo que una escenografía colorida y cambiante, acompañada de efectos especiales logrados con luces, imágenes en pantalla gigante y sonido parecen ser ya un sello propio del grupo, seguramente a partir de la aceptación que tales recursos demuestran cosechar con solo observar los rostros de los chicos.

Casi una cincuentena de ellos se reunieron para la función del viernes de la semana pasada. Si bien estaban acompañados de sus padres, la mayoría optó por abandonar su asiento y acomodarse sobre la alfombra, al pie del escenario para no perderse ningún detalle. Los había muy pequeños y hasta pre – púberes y el interés que les despertaba el espectáculo no decayó en ningún momento. Hay que decir también que varios varones adultos se olvidaron de que alguien podía mirarlos y compartieron con risas las peripecias de las señoritas Cabello de Angel, Cartero y Panzotti, los personajes principales del libro escrito por Hugo Midón.

Las canciones y coreografías, como corresponde al género musical, elevan la tensión de la representación y ofician de culminación o cierre de cada escena, antes de que a partir de las mágicas mesas se plantee un nuevo episodio dentro de la historia general.

Tal vez, en los momentos de solo actuación el ritmo se hace lento, en contraste con la poderosa y atractiva voz de Meyer que -algunos comentaban a la salida- sería bueno escuchar en producciones para adultos.

Por último, es bueno destacar dos cosas. «Cantando sobre la mesa» es el único espectáculo pensado para los chicos y ofrecido con permanencia durante toda la temporada alta veraniega. Sus creadoras evitan el recurso trillado de lo payasesco, la imitación a los personajes de la tevé, la grosería o el golpe, aunque sea en broma. Y el público menudo no parece extrañarlos en absoluto.

 

Mónica Jofré


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