Músicos populares
Ellos trascendieron fronteras, llegaron lejos, representaron a su provincia recorriendo el mundo y con el prestigio que implicaba estar en determinados grupos folclóricos. Y con los años, el gobierno de su provincia decidió darles un reconocimiento, ni más ni menos que una jubilación como premio a su trayectoria. Termina siendo, con algunas diferencias, como las jubilaciones que dio la Nación a quienes trabajaron toda su vida pero no hicieron aportes. Se trata de los catamarqueños Carlos Brizuela y Carlos Bazán, quienes fueron notificados de que el gobernador, Eduardo Brizuela del Moral, les entregará el decreto que los encuadra en la ley de “reconocimiento al mérito artístico”, que implica su “jubilación como músicos populares”. El beneficio recayó en dos exponentes relevantes de la música catamarqueña, quienes recorrieron buena parte del mundo representando a la provincia como solistas y después como integrantes de Los Cantores del Alba y el Trío San Javier. Según la iniciativa del gobierno catamarqueño, los requisitos para acceder a esa jubilación son tener 30 años de trayectoria con representación reconocida de la provincia en eventos nacionales e internacionales, que “no hayan obtenido ningún otro tipo de beneficio y que no sean agentes de organismos del Estado”. Carlos Brizuela, con 63 años de edad y 40 de trayectoria, tuvo y tiene el privilegio de haber integrado uno de los grupos musicales más importantes de la historia del folclore argentino, Los Cantores del Alba. En 1982 tuvo la enorme responsabilidad de reemplazar, a nada más y nada menos que Javier Pantaleón en el reconocido conjunto salteño. Pantaleón era una de las voces salientes del grupo y uno de los más difíciles de reemplazar en el exitoso conjunto que cantó hasta para las autoridades del Banco Mundial, que estuvo en Francia, Japón, Estados Unidos, Alemania y en todos los países latinoamericanos. Los Cantores del Alba, con Carlos Brizuela incluido fueron casi dueños de casa en México, tan locales en ese país que muchos de sus trabajos tienen mucho acento mejicano. Sus recitales allí fueron multitudinarios y cuando faltó Pantaleón, fue Carlos Brizuela el encargado de instalar su voz en el grupo ya consolidado. Los conocedores de la historia de Los Cantores del Alba polemizan quién es más cantor del alba, porque antes de Brizuela y después de él hubo otros reemplazos, pero lo cierto es que formó parte del grupo en una época de gloria para el género y para el grupo. Carlos Bazán cumplirá, el 26 de noviembre, 62 años, cuenta con 35 de trayectoria y actualmente integra Estilo San Javier –ex Trío San Javier– junto a Pedro Fabini y los hijos de ambos, Nahuel y Franco, respectivamente, según publicó un diario de Catamarca. A Bazán, autor de la música de “Madre provinciana” que hoy interpretan una larga lista de grupos y otros clásicos del folclore catamarqueño, le fue dedicado un homenaje por su larga carrera artística, en la edición de 2008 de la Fiesta Nacional del Poncho. Es posible que el otorgamiento de este beneficio genere alguna polémica, pero también es cierto que trayectorias como las mencionadas se repiten a lo largo de las provincias argentinas sin que el reconocimiento vaya más allá de lo destacados que fueron. Esta jubilación como músicos populares abre un espacio para que quienes nos emocionaron con su capacidad, reciban un ingreso. Su trabajo no fue sólo cantar o tocar un instrumento, sino también generar emociones en una localidad, una provincia, un país. La música también se merece una jubilación para semejantes trayectorias.
la peña
jorge vergara jvergara@rionegro.com.ar
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