Nación no explicó por qué aún no derogó la doble indemnización

Pese a que el presidente Néstor Kirchner había anunciado que la doble indemnización dejaría de regir cuando el desempleo se ubicará por debajo del 10%, el gobierno no derogó ayer la norma.

La falta de definiciones se produjo pese a que el miércoles se aseguró que el presidente tenía a su firma la derogación de la ley que condiciona los despidos.

Cuando ayer se consultó al ministro de Trabajo, Carlos Tomada sobre porqué no se había tomado una decisión al respecto, el jefe de la cartera laboral evitó dar detalles sobre el futuro de la doble indemnización.

Ante una consulta puntual sobre el tema, el ministro replicó: «En esta conferencia vamos a hablar de las asignaciones», en referencia al aumento de este ítem que ayer anunció el gobierno nacional.

Pese a la mezquindad informativa, otro periodista insistió con la consulta. El ministro calcó sus palabras anteriores y añadió algo risueño: «En todo caso luego hablaremos del tema. En otra oportunidad, como lo hacemos siempre».

En medio del hermetismo oficial, crece la expectativa por el momento y el modo en el que el gobierno finalmente concrete la caída de la doble indemnización, que empezó a regir tras la crisis del 2001 y que, según fija la ley, caería una vez que la desocupación fuese de un dígito.

El régimen de indemnización especial fue puesto en vigencia en enero del 2002 a través de la Emergencia Pública, que dispuso un adicional del 100 por ciento (luego reducido al 80 y por último al 50 por ciento) a manera de protección especial a los trabajadores por la crisis económica y social.

El plus indemnizatorio dejaría de tener validez cuando el índice de desempleo bajase a un dígito (cuando se sancionó la Emergencia Pública llegaba al 23 por ciento), aunque a medida que el nivel de desocupación se acercaba a esa meta, surgieron diferentes interpretaciones en cuanto a la implementación de la derogación.

En ese sentido, por un lado se distinguió el desempleo con o sin la inclusión de los beneficiarios de planes sociales, mientras que por otro se dispuso que el nivel de un dígito debería estar «consolidado» para volver al régimen indemnizatorio tradicional.

Esas interpretaciones despertaron agudas polémicas entre empresarios y sindicalistas, que pugnaron desde hace meses por la derogación y el mantenimiento del régimen especial vigente desde el 2002, respectivamente.