Nadie se hace cargo de la tragedia del Moreno

La empresa El Rápido no respetó la ordenanza que regula los requisitos de los coordinadores. Sin embargo, rechazó su responsabilidad por la muerte de los jóvenes en el lago Moreno.

BARILOCHE Y BUENOS AIRES .- El sector del lago Moreno donde ocurrió la tragedia del sábado por la tarde es uno de los más concurridos cada verano por bañistas y acampantes. Allí Soledad filmó escenas de la película «La edad del sol», a principios de mayo cuando en el arroyo Casa de Piedra apenas corría un hilo de agua. No ocurría lo mismo el sábado. Las altas temperaturas apresuraron el deshielo y el inofensivo arroyo se convirtió en una trampa mortal para los cinco estudiantes de Isidro Casanova.

Es evidente que el grupo y sus responsables desconocían los peligros que acechaban.

Sin embargo, el gerente de El Rápido Argentino Sebastián Castrillo negó que la empresa tenga responsabilidad jurídica por el accidente, y adjudicó el hecho a «una travesura que terminó en fatalidad».

Castrillo dijo a «Río Negro» que «la responsabilidad de la empresa existe desde el momento en que llevamos a los chicos y con respecto a quién es responsable de los mismos. Pero responsabilidad sobre la situación en sí entiendo que no existe. Fue una travesura que excedió los límites, y si vamos al término legal, fue un accidente».

En cuanto al cuestionado tema de la edad, el representante de El Rápido Argentino reconoció que Gustavo Guzmán (el coordinador «junior» que también pereció arrastrado por la corriente), tenía 19 años y era su primer viaje. Pero en su descargo destacó que «estaba bajo el coordinador general del grupo que era Juan Colina de 24 años».

De todos modos, para este empresario la falta de experiencia de Guzmán no fue un factor determinante pues «de acuerdo a cómo se dieron las cosas la edad no tuvo ninguna importancia».

Castrillo esgrimió en su defensa que «a los coordinadores juniors se los prepara. Les damos capacitación y un entrenamiento práctico, y siempre hay una primera vez que viajan solos, pero esta vez estuvo el coordinador general».

El vocero de la empresa de transporte dio su versión definitiva del episodio.

Dijo que «los chicos le hicieron una broma a Guzmán, lo tiraron al lago y a este se le salió la remera. Como no supuso que corriendo unos cuantos metros se hacía profundo, se tiró a buscarla cuando advirtió que no hacía pie. Después se tiraron los chicos para ayudarlo y todos fueron arrastrados por la corriente».

Castrillo relativizó el reclamo de los familiares de las víctimas sobre la falta de señalización en el lugar, alertando sobre los peligros de ingresar a lago.

«Puede que sea así, pero en realidad habitualmente esa excursión no tiene mayores riesgos, los chicos no se detienen allí en la mayor parte del año porque hace mucho frío, y durante el verano no se meten en el lugar donde cayó la remera».

Castrillo realizó estas declaraciones tras aclarar que «la posición de la empresa es dar por concluida la comunicación con los medios. En el velorio de las víctimas se acercaron muchos periodistas y los padres los sacaron corriendo. No queremos hasta la semana que viene hacer más declaraciones por respeto», concluyó.

Por su parte, una integrante del área legal de la Secretaría de Turismo de la Nación, acotó que su área «no tomó intervención en el caso, pues esa tarea le compete a las autoridades judiciales y administrativas de Bariloche».

No respetaron la ordenanza barilochense

Es probable que no exista responsabilidad penal en el resultado fatal de una inocente excursión con final dramático, pero puede haber responsabilidades civiles por omisión de las normas que regulan las actividades turísticas y en las playas de Bariloche.

La ordenanza 604 CM/96 creó un registro de coordinadores estudiantiles en el que no podría figurar Gustavo Guzmán, una de las víctimas, porque «es requisito indispensable para la inscripción al registro que el coordinador sea mayor de 21 años y presente certificado de antecedentes policiales», establece en su artículo sexto. El infortunado Guzmán tenía 20 y realizaba su primer viaje como «coordinador junior», una edad y categoría no prevista en la norma.

El Rápido Argentino minimiza la cuestión afirmando que estaba a cargo de otro coordinador, Juan Colina, pero en el comunicado que difundió la empresa con la firma de su gerente, Sebastián Castrillo, lo presentaron como «coordinador del grupo» sin hacer ninguna salvedad.

Por otra parte, la ordenanza 583 CM/96 reglamentó el servicio de guardavidas en el ámbito municipal, con aplicación en «todos los balnearios y natatorios públicos y privados habilitados a tal fin por el Departamento Ejecutivo». La violación de la norma es atribuible al municipio por omisión: no existe ninguna playa habilitada al público, pese a que nadie ignora que durante el verano miles de personas se bañan en Playa Bonita y Bahía Serena en las costas del Nahuel Huapi, y que las costas de los lagos Moreno, Gutiérrez, Mascardi y Guillelmo son populosos balnearios, sin contar con las familias que eligen sectores de los arroyos Ñireco o Ñirihuau para disfrutar junto a sus hijos sus vacaciones o los fines de semana más calurosos.


BARILOCHE Y BUENOS AIRES .- El sector del lago Moreno donde ocurrió la tragedia del sábado por la tarde es uno de los más concurridos cada verano por bañistas y acampantes. Allí Soledad filmó escenas de la película "La edad del sol", a principios de mayo cuando en el arroyo Casa de Piedra apenas corría un hilo de agua. No ocurría lo mismo el sábado. Las altas temperaturas apresuraron el deshielo y el inofensivo arroyo se convirtió en una trampa mortal para los cinco estudiantes de Isidro Casanova.

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