“Necesitamos decirle adiós a mi hermano”

NEUQUÉN (AN) – Cinco años, un mes y doce días pasaron desde que un grupo de jóvenes le propinaron una mortal golpiza a Javier Galar. Desde ese momento su familia comenzó a transitar un duro camino en el que se conjugó el dolor y la bronca por la pérdida y las acciones necesarias para demandar justicia. Ayer Jorge, el padre de Javier, y Miriam, su hermana, llegaron temprano al edificio del TSJ. Miriam revisó unos papeles hasta que finalmente los policías que custodian el edificio los condujeron por el ascensor, hasta el cuarto piso al salón de usos múltiples del TSJ. La familia siguió atentamente la lectura del fallo a pesar de lo extenso y complejo que fue. Al final de la lectura, Jorge le pidió a la vocal Corvalán que le aclarara un aspecto que no había terminado de entender. No obstante cuando se confirmó el cambio de carátula por el de “homicidio simple” Jorge mostró su puño cerrado en señal de triunfo y luego las lágrimas lo desbordaron a él y a toda su familia. que se fundió en un abrazo estremecedor. Terminada la lectura y todavía con la voz entrecortada Jorge dijo a los medios: “me parece que hubo un poquito de justicia, nada más, porque quedó libre el que manejaba. Diez años de condena es un poco de tranquilidad pero nada más, porque yo a mi hijo no lo tengo. Esas familias a sus hijos los pueden visitar en la cárcel y dentro de diez años van a salir”. El testimonio de Miriam fue el más estremecedor porque reflejó el estado en el que se encuentra toda una familia que fue abatida por este crimen. “No era lo que realmente queríamos pero es mucho mejor de lo que se dio la otra vez. Así que dentro de todo estamos bastante conforme”, explicó la joven. “Necesitamos decirle adiós a mi hermano”, agregó.