Neokits: los test de coronavirus que son subestimados por Neuquén

Solo en el Castro Rendón los usa. Villa La Angostura y San Martín de los Andes tienen todo lo necesario para detectar el virus con ellos, pero no están autorizados a utilizarlos.

En la cordillera neuquina, una persona con síntomas compatibles con Covid-19 es hisopada y su muestra viaja hasta la capital; allí se procesa junto a las del resto del territorio provincial y, en oportunidades, cuando el resultado llega a manos del paciente, éste ya fue dado de alta.


Es el problema con el que conviven las ciudades que se encuentran lejos de Neuquén capital donde está instalado el Laboratorio Central, el único con capacidad de procesar muestras Real Time PCR (RT-PCR) para diagnosticar coronavirus.

Los Neokits, test PCR simplificados, se presentan como una solución viable para este tipo de casos y ya se aplican en diferentes provincias. En Neuquén, sólo se utilizan en el hospital Castro Rendón.

San Martín de los Andes y Villa La Angostura consiguieron todo lo necesario para hacer las pruebas mediante una donación, pero el gobierno provincial no da la orden para que se puedan comenzar a usar. Argumentan desconocimiento de la situación y que no están dadas las condiciones para usarlos allí.

Según la información oficial, la Provincia trabaja con cuatro tipos de testeos para detectar coronavirus: el test de anticuerpos, el test de antígenos (el test rápido), el PCR y el Neokit, dos testeos de tipo molecular.

El primero solo sirve para saber si la persona estuvo expuesta al virus, sin poder identificar cuando. El “test rápido”, que es el que se aplica en el operativo “Detectar”, sirve para confirmar el diagnóstico de un paciente sintomático, pero un resultado negativo exige una contraprueba.

Las únicas pruebas moleculares que se realizan en Argentina, hasta el momento, son la RT-PCR y las que se hacen bajo la técnica de Lamps, esta última es la que utilizan los Neokits. Un desarrollo argentino realizado por Instituto de Ciencia y Tecnología César Milstein Conicet y la Fundación Pablo Cassará.

La técnica RT-PCR es la más sensible y exacta, pero también la más difícil de descentralizar por su costo y su complejidad. Los Neokits también son una prueba PCR pero simplificada cuya fiabilidad es también muy alta y los resultados se obtienen con mayor rapidez por la simplicidad con la que se procesan las muestras.

“Para hacer una técnica PCR uno necesita unos 40 o 50 mil dólares en equipos y una persona muy entrenada. Esto implica que por más que es un método excelente, no sea aplicable en todas partes.”, explicó a Río Negro Esteban Lucas Figueroa, asesor científico del instituto Milstein.

En cambio, “la técnica de Neokit necesita un aparato en que sale 800 dólares. Uno toma la muestra, la pone en el tubito, la calienta a 64 grados, apaga el calentador y si el tubito cambió de color es positivo, si no cambió es negativo”, detalló el doctor.

Es una técnica muy simple que la puede hacer, incluso, una persona sin ningún tipo de formación bioquímica. Se fabricó justamente para reducir la brecha tecnológica que hay en la ciudad capital y en las ciudades internas”, señaló uno de los profesionales que se ocupa de distribuir los Neokits por todo el país.

Además, este tipo de testeos presentan la ventaja que las muestras pueden tomarse por hisopado nasofaríngeo (como el tradicional PCR) o por saliva. “El test de saliva lo que tiene de bueno es que podes testear grandes poblaciones y muy barato”, confió Figueroa sobre la modalidad que se aplica masivamente en la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, y que no requiere alguien calificado que tome la muestra, ni instrumental específico. Su sensibilidad es algo menor pero compensa con la multiplicidad de testeos que pueden hacerse.

Pese a las amplias ventajas, en Neuquén solo se aplican en el hospital Castro Rendón.


Las localidades cordilleranas buscan implementarlos


En septiembre, antes del pico de la pandemia en Neuquén, la concejala de Villa La Angostura, Marta Cicconi comenzó a buscar cómo testear rápido y eficaz en la localidad. Así llegó a los Neokits.

Tras reunirse las autoridades de la ciudad con representantes del Conicet y del instituo Malbran, el 7 de octubre, el Concejo Deliberante local le solicita al ministerio de Salud provincial, al gobernador Omar Gutiérrez y al intendente que implementen este tipo de testeos . Tiempo después la Municipalidad recibió la donación.

Según, el medio local Diario Andino, lo mismo sucede en San Martín. Cada localidad tiene 1.500 kits para utilizar, con sus respectivos termobloques para procesar las muestras. Sin embargo, desde el gobierno provincial no habilitan su uso.

Sólo faltan las capacitaciones al personal, pero según señaló Esteban Figueroa, del Milstein, eso podría concretarse rápidamente. Río Negro hizo el intento de obtener la respuesta del gobierno provincial, pero fue infructuoso.

Sin embargo, la subsecretaria de Salud, Andrea Echauri, señaló a Diario Andio que la no implementación de los Neokits donados responde a faltas de consultas de la localidad con el ministerio y a dificultades.

“Yo lo que creo es que aquí hay una cuestión de no informarse adecuadamente y no intentar darle soluciones a pueblos como nosotros”, se quejó sobre Cicconi. Y agregó: «nosotros estamos a 450 kilómetros de distancia, pero tenemos los mismos derechos de las personas que viven en Neuquén Capital”.

En tanto que Figueroa señaló: “la única forma de parar esta segunda ola es testeando y es inconcebible que la ministra (de Salud, Peve), que espero que lo haga solo por ignorancia, diga que no hay que testear. Todas las ciudades de pequeñas a medianas deberían estar testeando” allí mismo, sin tener que trasladar las muestras hasta la capital.

«Yo puedo agarrar una persona iletrada, analfabeta y enseñarle a usar Neokits en menos de media hora. No necesito más”, Esteban Lucas Figueroa científico del instituto Milstein.


Una muestra en el Castro Rendón


Los Neokits se implementan desde hace meses en el hospital Castro Rendón, el de mayor complejidad de Neuquén. Allí el laboratorio del centro de salud procesa sus propias muestras. Alivia, un poco al menos, al atariado Laboratorio Central de la Provincia.

“Al inicio de la pandemia, veíamos que de a poco el Laboratorio Central, que es el único que hacía diagnósticos, se empezó como a colapsar y nosotros como laboratorio de referencia no nos podíamos quedar de brazos cruzados. Así que empezamos a averiguar y hacer gestiones para poder implementar el diagnóstico acá”, contó Gladys González, jefa del laboratorio de Microbiología del Hospital Castro Rendón quien se ocupó de la implementación de los Neokits junto a Elizabeth Kümmerlen.

Después de algunos meses de gestionar y hacerse con el equipamiento y las capacitaciones, los Neokits se transformaron en la forma de testeo del hospital más grande de la región.

“Nuestra experiencia ha sido muy buena. Es una técnica muy sensible, específica y sencilla para nuestro laboratorio. Estamos muy contentos porque podemos resolver diariamente todas las muestras de los pacientes que acuden a nuestro hospital”, agregó.


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