Nervios e imprecisiones de los concursantes para la Defensoría de Cutral Co
Los cuatro participantes dejaron dudas en las entrevistas personales. Tendrán que esperar casi un mes para conocer los resultados. ¿Habrá una sorpresa?
Ana María Mathieu responde a las preguntas de los consejeros. (Gentileza).
Cuatro concursantes por la jefatura de la Defensoría del Niño, Niña y Adolescente de Cutral Co respondieron este lunes, durante una hora cada uno, por qué quieren ocupar el cargo y cómo actuarían ante algunos casos puntuales que les marcaron los integrantes del Consejo de la Magistratura, en la última y decisiva etapa del concurso.
César Pérez, Ana María Mathieu, Gabriela Bianco y Ángela Castillo, los aspirantes al cargo, respondieron en general con nerviosismo, imprecisiones y apelando a generalidades, ante la insistencia de los consejeros para que se remitan al caso concreto sobre el que les estaban preguntando.
El Consejo de la Magistratura tiene un plazo holgado para tomar una decisión: recién el 23 de julio, después de la feria, se conocerá la nota que le pusieron a cada participante y habrá un ganador, a menos que los consejeros tengan reservada alguna sorpresa, como se rumoreaba en Cutral Co luego de las entrevistas.
Evaldo Moya (representante del TSJ), Claudio Domínguez, Sergio Gallia (MPN), Marcelo Inaudi (NCN Pro), Gustavo Mazieres (FpV), Isabel López Osornio y Monserrat Morillo (abogados) se constituyeron en la ciudad petrolera para esta etapa del concurso.
La reunión fue en la sala principal de audiencias del edificio judicial, repleta de magistrados, funcionarios y empleados judiciales. También se vio a algunos militantes del MPN que acompañaron a Pérez, exministro durante la gestión de Jorge Sapag.
A los consejeros les dio la bienvenida un piquete. Trabajadores de la Uocra cortaron la ruta 22 en el acceso a Plaza Huincul para reclamar que se reactive el sector. Sin embargo esta vez no hubo preguntas a los concursantes sobre cómo actuarían ante un caso así.
Inaudi, quien llevó esa línea de interrogatorio en el concurso para el juzgado de Familia, la cambió por otra: puso como hipótesis que presentaron la renuncia los únicos pediatras del hospital “por los bajos salarios”, y sólo falta la firma del gobernador para aceptarlas. ¿Qué haría como defensor o defensora? En general la respuesta fue que plantearían un amparo para garantizar el derecho a la salud de niños y niñas.
Mazieres les preguntó a los concursantes Sapag y Mathieu qué opinión tienen sobre la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Traer el tema a las entrevistas personales resultó atinado ya que todos los médicos del área de ginecología del hospital de Cutral Co son objetores de conciencia.
Pérez dio una larga explicación sobre los casos en los que está autorizada la interrupción y los que no. “Es un tema de salud pública, hasta que no se modifique la ley no puedo dejar de cumplirla”, dijo. “Si mañana la ley cambia, más allá de lo que yo piense, no son mis creencias las que tienen que resolver esto. Debo separar mis convicciones personales”. Mazieres le preguntó por sí o por no, y Pérez dijo que estaba en contra de la IVE.
Algo similar respondió Mathieu, también después de un rodeo. “Es difícil tomar posición. Más allá de la fractura que hay en la sociedad, siempre estoy a favor de la vida, del derecho de la persona por nacer” aunque reconoció que el aborto clandestino “es la mayor causa de mortalidad en las mujeres jóvenes y pobres”.
En la sección respuestas polémicas, Pérez dijo ante una pregunta: “el menor no es malo, hay circunstancias que lo hacen malo”. Mazieres le pidió que aclare el concepto “malo”, y rápidamente lo corrigió: “me equivoqué, quise decir que hay circunstancias que definen nuestra personalidad”.
Mathieu tuvo que aclarar por qué quería ser defensora después de haber concursado tres veces para ser fiscal. Contestó que le gustaba la materia civil, que lo consideraba un desafío y que le gustaría trabajar en la generación de un espacio de contención, confianza, y evitar la judicialización de los conflictos.
Tuvo que aclarar que hubo una denuncia de una empleada en su contra pero que jamás la citaron a declarar en el sumario, y consideró superado ese incidente.
La concursante que sí está sumariada y sancionada es Gabriela Bianco, aunque explicó que había apelado y que la sanción no está firme, por eso podía participar del concurso.
Le preguntaron cómo actuaría en el caso de una mujer madre de un niño de 3 años condenada a una pena de cumplimiento efectivo que pide prisión domiciliaria. Señaló que haría un planteo ante el juez de ejecución penal correspondiente.
“¿Qué norma invocaría?”, le preguntó Inaudi. “El interés superior del niño», respondió Bianco vagamente. «¿La norma?», insistió el consejero. «No la recuerdo», admitió la participante. Inaudi, pícaro, le susurró la respuesta correcta: “artículo 10 del Código Penal”.
El que se distingue por sus planteos extremos es el consejero Domínguez. En esta ocasión le tocó a la postulante Mathieu, a quien le formuló la siguiente hipótesis: «usted va caminando por la calle y observa en el patio de una vivienda a los padres de un niño de 10 o 12 años drogándose delante de él. ¿Qué hace?»
Luego complejizó la pregunta: «el niño además es víctima de violencia». Y agregó: «usted se entera por los vecinos que los padres lo drogan. ¿Qué hace?»
Mathieu le respondió que buscaría a otros familiares del niño, pero el consejero no se la hizo fácil: «no hay, no tiene tíos, ni primos, ni abuelos». Entonces la concursante dijo que le pediría a Desarrollo Social una familia solidaria o de acogimiento para que se haga cargo.
El caso parecía cerrado, pero no para Domínguez: «¿y no pediría la internación de los padres?», preguntó.
Por último la concursante Castillo dijo, entre otros conceptos, que “la conflictividad social está predominantemente contextualizada por la violencia. En muchos casos obedece a la carencia de recursos de las personas que están a cargo de los niños y niñas”.
Por ahora el orden de mérito lo encabeza Pérez, seguido de Mathieu, Bianco y Castillo.
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