Neuquén disfruta el arte de Emilio Pettoruti

NEUQUEN (AN).- Casi todos los ojos se recostaron, de entrada, en esa figura de arlequín que mucho hace acordar a la impronta del malagueño más brillante, Pablo Picasso. El inconsciente traiciona, y dirige la atención hacia donde se le antoja. Luego el ángel del autor llama a una recorrida más profunda, aunque por momentos el cuerpo del otro lo impida.

Anoche unas doscientas personas se congregaron en el Museo Nacional de Bellas Artes de esta ciudad para darle la bienvenida a la muestra retrospectiva de Emilio Pettoruti, que se mantendrá en exposición hasta el 29 de mayo.

Las 40 obras están tasadas en ocho millones de dólares, y para que aterricen en Neuquén el gobierno provincial y la Fundación Pettoruti desembolsaron más de 200 mil pesos. Así lo informó, antes de las palabras de rigor, Roberto Díaz Varela, presidente de la institución bonaerense.

Todos coincidieron. La muestra de Emilio Pettoruti al parecer se convertirá en la piedra angular para «conjugar esfuerzos» entre los gobiernos provincial y municipal, y «acercar el arte al pueblo». Es más, el secretario de Cultura Naldo Labrín fue más allá, al considerar que tanto su gestión como la de Oscar Smoljan -en la secretaría local- están haciendo «historia», si de cultura se trata.

Díaz Varela dejó en claro que esta es una muestra itinerante, que durante este año y el próximo recorrerá parte de la geografía argentina.

La primera parada es Neuquén, hasta el 29 del mes próximo, y luego estas 40 piezas desembarcarán en Salta. La hoja de ruta continúa, durante este año, por Santa Fe y Córdoba, y en octubre estarán colgadas en el Museo Provincial de Bellas Artes de La Plata, conmemorando el 115 aniversario del nacimiento del genial artista, y además que Pettoruti fue durante 17 años director del museo de la ciudad de las diagonales.

Anoche fue tiempo de elogios, dirigidos a las gestiones, a la importancia del Museo capitalino y a la unidad de las políticas. Smoljan resaltó el «esfuerzo» que se realizó para que esta muestra sea «gratuita, porque ésto es fundamental a la hora de acerca el arte al pueblo». También recordó que cuando la retrospectiva de Pettoruti estuvo en exposición en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires -del 28 de oc

tubre al 28 de enero pasado- había que abonar cinco pesos por persona para disfrutarla.

Mientras que Labrín levantó la apuesta, y aseguró que no sólo con Pettoruti «estamos haciendo historia en Neuquén». También apuntó a la relevancia que tiene para el espectro cultural el MNBA capitalino y «la Orquesta Sinfónica» de la provincia, de la que es director. Además abogó porque definitivamente Neuquén «se convierta en un punto de referencia cultural» en el concierto nacional, y dijo que estar «tranquilo porque vamos por buen camino».

La curadora Nelly Perazzo resaltó la llegada de la muestra, y no olvidó que «este es un camino marcado» por exposiciones de mucha importancia, como las pasadas de Rembrant, Le Parc, Goya, Picasso y Tomasello.

Luego del acto protocolar, todos se sumergieron en la sala «temporaria», para comenzar a bucear en la mente y el talento de uno de los artistas más importantes de la historia artística del país. Casi todas las miradas se posaron, en inicio, en la belleza que deja escapar «Señorita con abanico verde», del museo Sívori, y «Morocho Maula», de la fundación Pettoruti. Esta última es la más costosa de la muestra, ya que su valor asciende al millón doscientos mil dólares.

Las obras son propiedad de distintas instituciones, como el MNBA bonaerense, el Malba, el Castagnino de Rosario, el provincial de La Plata, la cancillería Argentina, el Sívori, la institución que lleva el nombre del artista y algunas colecciones privadas.