Neuquén: “El asfalto se rompe porque está mal hecho”
Hernán Caire suplica a las autoridades de la capital neuquina que “se haga bien de una buena vez el asfalto y dejar de malgastar el dinero del contribuyente”. Lo dice en una carta de lectores que publica “Río Negro”. Advierte que “se están invirtiendo millones de pesos en reparar las calles de Neuquén”. <b>¿Opinás lo mism que Caire?</b>
DICE LA GENTE
Se están invirtiendo millones de pesos en reparar las calles de Neuquén, pues cada vez que llueve se rompe todo… por suerte, “siempre que llovió paró”. Lógicamente, el asfalto se rompe porque está mal hecho; por consiguiente, habría que hacerlo bien de una buena vez y dejar de malgastar el dinero del contribuyente.
Una solución que se me ocurre es hacer cemento blanco y dilatadores, como se hacía antes y duraba para toda la vida. Por supuesto, esto implicaría que tendría que haber menos licitaciones y compras de urgencia que todos sabemos lo caras que nos costaron, nos cuestan y nos costarán.
Según mi modesto entender, ésta sería una buena solución. Quizás algún funcionario tenga alguna mejor idea, ¡ojalá que así sea y todo ese dinero que hoy se está “tirando” sea invertido en el “peatón”, que debería tener prioridad en todo!
Me parece que habría que construir bicisendas y sendas peatonales en todas las calles para que la gente pueda desplazarse hacia y desde su trabajo sin necesidad del automóvil, pues está todo pensado para el automovilista. Sería conveniente dejar de hacer obras faraónicas como el ensanche de la calle Leloir, que a lo único que conduce es a que el tránsito se agilice, creando de esta forma mayores peligros para todos los habitantes de esta capital -siempre, lógicamente, con la gran excusa del progreso que significa el asfalto-.
¡Basta de asfalto! Todos sabemos lo contaminante que es, del calentamiento global, del aumento de accidentes, etcétera, etcétera.
No he visto en toda la ciudad un semáforo a favor de los peatones, pues siempre se debe cuidar de algún auto que dobla… constantemente hay luz verde para el automóvil, ya sea para una dirección u otra. En la mismísima esquina de la municipalidad pasa esto y, como siempre, el peatón debe esquivar para no ser una estrella amarilla más.
Esperemos que algún funcionario (aunque nunca dan bola) se percate de este tema y tome medidas para defender al peatón, para que se piense en él. Basta de favorecer al automóvil; lo único que se logra con ello es acelerar la vida y llegar antes a la tumba, ¿para qué, si todos vamos a tener el mismo final? ¿Por qué no se piensa en opciones para que la gente disfrute más y se deje de acelerar los tiempos?
Sería bárbaro que desde la municipalidad convocaran a los vecinos para ver qué opinan de este tema, para ver si les interesa más andar acelerados o disfrutar un poco más el paso del tiempo.
Hernán Caire
DNI 5.262.288
Neuquén
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