Neuquén: emotiva despedida de la joven asesinada en Melipal

“Era muy especial en mi vida, me sacaron lo que más quería”.

Con la herida abierta y un profundo dolor Jorge Quintana despidió a su hija Tatiana en la mañana de ayer.

Desgarrados por la pérdida de la joven, que fue ultimada de un disparo el domingo por la tarde en el barrio Melipal, sus allegados exigieron justicia y que el asesinato no quede en el olvido.

Decenas de jóvenes presenciaron el cortejo en el cementerio Central de Neuquén.

Hasta anoche no había detenidos vinculados al homicidio y desde la policía informaron que continúan con las investigaciones.

Julián Muccio de 25 años, quien resultó herido en el tórax también por un tiro, permanece internado en la terapia intermedia del Hospital Castro Rendón, con pronóstico reservado.

En la mañana de ayer los ojos de Jorge contenían las lágrimas, le costaba encontrar palabras, porque no encontraba explicaciones para comprender lo ocurrido.

Se mantuvo en vigilia junto sus familiares en las puertas de la sala velatoria de Calf, en la calle Godoy al 500 en el oeste de la ciudad.

Antes de emitir opiniones Quintana buscó aprobación entre quienes lo rodeaban y luego dejó escapar algunas palabras.

“Yo lo único que pido es que haya justicia”, señaló.

Añadió: “Porque yo pienso que una chica tan jovencita no merecía esto”.

Luego aludió a características de la joven. “Ella estaba estudiando y trabajando. Tenía toda una vida por delante, la verdad es algo muy triste y doloroso para toda la familia este hecho”, sostuvo

Comentó que el drama excede lo familiar “porque estos hechos hacen mal a todo Neuquén. Pienso que esta gente no tendría que estar en la calle matando y haciendo daño, hizo un daño irreversible, muy grande para todos”.

“Tatiana tenía 20 años, pero parecía que tenía 12 o 13. Era una chica a la que le gustaba la familia, compartir cosas lindas de la vida. Era muy especial en mi vida, me robaron lo más grande que tenía en mi vida, a mi hija”, manifestó.

El cielo gris acompañó la jornada de luto en las puertas del cementerio Central.

Con el correr de los minutos el lugar se fue poblando de familiares, pero la postal más elocuente estuvo en la llegada de los amigos de la Tatiana, quienes de a poco comenzaron a desbordar la vereda.

Los minutos previos a la llegada del coche fúnebre fueron eternos, entre lágrimas, abrazos y el murmullo de los presentes, que denotaba la enorme tristeza que los embargaba.

“Lo único que pido es que se haga justicia. Mi hija estudiaba y trabajaba, tenía toda la vida por delante. No merecía que le pasara esto”.

Jorge Quintana, ayer, poco antes de iniciar el traslado de chica al cementerio.

Anoche el otro joven que fue herido de un balazo seguía internado en el hospital Castro Rendón, en grave estado pero con alguna mejoría, según las fuentes.

Total hermetismo

en la investigación

“Hasta el momento no han surgido novedades. Se mantiene el trabajo de los investigadores”, se informó anoche desde la Policía neuquina respecto de las tareas para esclarecer el fatal episodio.

Fuentes extraoficiales, sin embargo, dejaron trascender que las pesquisas estaban bien encaminadas y que trabajaban con pistas firmes para lograr la detención de los atacantes.

Se indicó que la presencia de varias personas en el lugar del hecho y las alternativas previas al atentado permitieron obtener testimonios valiosos para sostener los trabajos de búsqueda del o los autores. La agresión se registró a plena luz del día y los agresores parecieron no preocuparse mucho por no ser reconocidos, porque actuaron con absoluta impunidad.