Neuquén gasta 85.000 pesos diarios para contener el desempleo

Aporta 30 millones anuales en subsidios de 150 pesos.

NEUQUEN (AN).- Para contener el índice de desocupación Neuquén gasta 85.000 pesos por día y con recursos propios financia 17.000 puestos de empleo transitorios. Conclusión: si sigue aumentando el número de beneficiarios, en poco tiempo más habrá tanta cantidad de desocupados auxiliados por el Estado como agentes públicos tiene la provincia.

La proporción actual de beneficiarios de los programas de empleo con respecto a los estatales es de dos a uno a favor de los empleados públicos. Los padrones han crecido porque Neuquén fue reemplazando progresivamente los planes Trabajar que Nación fue eliminando, pero hoy nadie puede asegurar que la cifra haya alcanzado un techo.

La ayuda laboral que brinda Neuquén, a razón de un sueldo de 150 pesos por mes, lo que representa unos 30.000.000 de pesos al año, no es suficiente para garantizar, aunque sea a los ponchazos, cierta tranquilidad social. Para sobrellevar la pobreza, Neuquén distribuye además 32.000 cajas de alimentos por mes, atiende diariamente a 12.000 personas en los comedores comunitarios y paga mensualmente 4.800 pensiones por vejez e invalidez. Esta malla de asistencia social se lleva otros 20.000.000 de pesos anuales, recursos que salen directamente del tesoro provincial.

La canasta de ayuda social del Estado neuquino tiene este tamaño, sin contar los planes de asistencia que manejan los municipios y los 2.000 puestos de empleo que se financian con fondos del gobierno nacional.

Aun así parece que el dinero no alcanza para cubrir las demandas de la gente. De lo contrario, los recurrentes cortes de ruta y las protestas de los desocupados frente a las oficinas públicas no serían más que un recuerdo.

La tasa de desocupación cayó en seis meses tres puntos y pasó del 17 al 14%. La señal es buena, pero la fuerte desaceleración del crecimiento de la economía del país en los últimos dos años no acompaña a la generación de nuevos puestos de empleo. Por tanto, los conflictos sociales, lejos de disiparse, se han agudizado aquí y en todas partes. El gobierno de Jorge Sobisch mantiene alto el optimismo y los funcionarios hablan de un futuro mucho más benigno de lo que la sociedad lo percibe. Pero los argumentos que sostiene el oficialismo son, por el momento, sólo promesas: el acuerdo con Repsol, que implicaría inversiones de ocho mil millones de dólares en varios años y la generación de 10.000 puestos de trabajo en un plazo indeterminado; contactos en Canadá, Estados Unidos y España, además de los conocidos proyectos de inversiones millonarias, como el trasandino, el corredor bioeceánico, la zona franca de Zapala y la idea siempre vigente a la planta de fertilizantes.

Acompañan las expectativas de inversiones otros indicadores que el gobierno pone en el primer lugar de la vidriera: un aumento de la recaudación de regalías, producto de los buenos precios que se pagan en el negocio petrolero y los resultados de un ajuste en los gastos de la administración pública, que no fue el originalmente proyectado por la resistencia que ofreció la oposición en la Legislatura.

El resultado de este conjunto de acciones le permite al oficialismo cerrar un año con muy poco déficit y la esperanza de cosechar, a partir del próximo año, la siembra de los últimos 12 meses.

Pero las sucesivas protestas que enfrentó el gobierno a lo largo del año que está por finalizar, y que se acentuaron en las últimas semanas, reflejan que no necesariamente una mejora en los indicadores representan soluciones a corto plazo para la gente.

Organizados o no por estructuras políticas o gremiales, los reclamos de los desocupados son una muestra de un deterioro social que está a la vista, no sólo por la falta de empleo sino también por la presencia de chicos mendigando en la calle, de jóvenes y adultos lavando coches, por la explosión de vendedores ambulantes y por la inseguridad, entre otros padecimientos de la sociedad moderna.

Cuando el actual gobierno asumió el 10 de diciembre de 1999 definió dos estrategias para enfrentar los problemas sociales: buscar inversiones dentro y fuera del país con la expectativa de lograr resultados a mediano plazo y crear una malla de contención para los sectores sociales más vulnerables para poder transitar los tormentosos primeros doce meses de gestión.

El gobierno esperaba todo tipo de conflictos, no sólo políticos y gremiales con sus opositores, sino sociales. El mapa de los estallidos estaba dibujado de antemano: se anunciaban conflictos en Neuquén, Senillosa, Cutral Co y Zapala. Los pronósticos se fueron cumpliendo.

A lo largo del año se cortaron rutas y calles en Neuquén, en Senillosa, en Cutral Co, Zapala y también en Plottier. Fueron protagonistas de estas expresiones de descontento los desocupados, los empleados públicos, los camioneros y los trabajadores y los profesionales del sector salud. Hasta los comerciantes, que muchas veces se han quejado de las manifestaciones de los estatales, han salido a la calle para pedir regulaciones en el funcionamiento de los hipermercados. Esta visto que nadie se adueñó del descontento. Por el contrario, se fue ampliando como una mancha de aceite en medio del agua.

Ayuda para 17.000 desocupados

NEUQUEN (AN).- El gobierno de Jorge Sobisch invierte más de dos millones y medio de pesos mensuales para contener a desempleados a través del subsidio de la ley 2128 que tiene 9.000 beneficiarios y de un Programa Provincial de Empleo con un padrón de 7.700 personas.

El ministro de Desarrollo Social, Jorge Lara, de quien depende la política de subsidio, indicó que el programa provincial fue la respuesta que comenzó a diseñarse en mayo como consecuencia de la caída de los planes nacionales. Reconoció que hasta esa época, la respuesta a la protesta social se materializaba en dinero en efectivo o con bonos o alimentos. Esta política de “ayuda inmediata” se cortó con la puesta en marcha del plan de empleo. Las manifestaciones y cortes de rutas y accesos a la ciudad del lunes que terminaron con la represión policial se organizaron precisamente con el objetivo de obtener dinero pero las iniciativa chocó contra la negativa del gobierno.

La “contención social” una consigna que esgrimió el gobernador Jorge Sobisch durante todo el primer año de su mandato se completa desde la subsecretaría de Acción Social con la entrega de cajas con alimentos -32 mil por mes-, la atención a 12 mil personas en comedores de esta capital y del interior y 4.800 pensiones por vejez e invalidez, entre otros programas de asistencia.

El ministro Lara indicó que al asumir la actual administración había cinco mil puestos de trabajo nacionales pero comenzaron a caer hasta mayo en que esa cifra llegó a dos mil. “Al encontrarnos con este fenómeno comenzamos a proyectar a implementar planes provinciales por afuera de la ley 2128” dijo.

Al igual que el fondo de asistencia ocupacional, los planes planes provinciales exigen una compensación laboral de cuatro horas diarias. El universo de actividades es amplio y en toda la provincia. Desde tareas de mantenimiento de plazas y canales, hasta la construcción de viviendas, fábrica e instalación de adoquinado, forestación, poda y raleo, o capacitación.

El plan incluye a trabajadores de la Unión Obrera de la Construcción -unos 1.500 según Lara- que no realizan contraprestación, pero que salen del programa una vez que consigue empleo en una obra. “A medida que estos beneficiarios obtengan trabajo como por ejemplo en las obras de los hospitales de Junín de los Andes y Centenario que se van a poner en marcha o en el reinicio de la obra del canal de Añelo, salen del plan provincial” informó Lara. Pero esto no implica una disminución automática de la cantidad total porque así como se inician nuevas obras otras terminan, dijo el ministro y citó específicamente la construcción del hipermercado Jumbo que culminó hace pocas semanas.

En Neuquén Capital unos 3,200 vecinos están incluidos en estos planes. De ese total cerca de mil corresponden a los barrios Gran Neuquén, Gregorio Alvarez, Independencia, Islas Malvinas, Sapere, San Lorenzo, Valentina Sur y Villa Ceferino. En Centenario hay 500 empadronados y una cantidad similar en Zapala. En Aluminé y sus zonas rurales aledañas hay 500 personas incluidas en el plan; en Piedra del Aguila, 158 y en Junín de los Andes, 277. En tanto que en otras localidades de la provincia hay 1269 personas beneficiadas. Todas cobran 150 pesos por la contraprestación que realizan. Entre los beneficiarios de los planes provinciales y del Fondo Compensatorio de Asistencia Ocupacional -ley 2128- el gobierno asiste a cerca de 17 mil personas con una inversión de 2.550.000 pesos sólo en retribución dineraria, dado que habría que sumar los insumos que la contraprestación de éstos demanda. El gobierno nacional en tanto asiste a 2.000 beneficiarios a través del programa PEL.

Subsidiados consiguieron descuentos en comercios de San Martín

SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM).- Los trabajadores desocupados bajo subsidio de San Martín de los Andes agrupados en la CTA, podrán obtener descuentos en comercios de la localidad, tras la firma de los respectivos convenios con los responsables de los establecimientos.

Así lo anunció ayer Roberto Arias, uno de los voceros de la Unión de Trabajadores Desocupados de San Martín, en el marco de una reunión mantenida con el intendente Sergio Schroh, miembros de su gabinete y concejales, en la que se plantearon reclamos puntuales.

El encuentro se desarrolló en el salón de usos múltiples de la comuna con la participación de más de un centenar de desocupados, muchos de ellos mujeres con hijos pequeños.

“Los propios desocupados se van a aumentar el sueldo”, anunció Arias. “A través de la CTA, se van a firmar convenios con comercios para hacerles descuentos a los trabajadores desocupados, con lo que se les va a aumentar la asignación de 150 pesos”.

Y agregó: “creo que si nosotros, sin tener otro instrumento que nuestra organización estamos logrando ésto, el poder político puede hacer más aún”.

En la oportunidad fue entregado un petitorio destinado al intendente Schroh, a los concejales, y a los diputados Luz Sapag y Jorge Taylor, en el que se apunta a que los 184 trabajadores que actualmente son beneficiarios de la ley 2128, cuenten con cobertura social. “Hay gente que hace seis años que está dentro de este régimen, sin obra social y sin aportes jubilatorios”, expresó uno de los voceros.

También se demandó “el pago urgente de un aguinaldo a los trabajadores de la 2128,- no un bono, ni una canasta navideña-, sino lo que le corresponde a cualquier trabajador”.

Asimismo se solicitó la sanción de una ordenanza que otorgue prioridad a los trabajadores de la Ley 2128 para el ingreso a vacantes de la municipalidad o de otras reparticiones del Estado, y se reclamó la puesta en marcha de un plan nutricional que supla a los bolsones de víveres que se entregan a los carenciados.

Prevención y asistencia desde Acción Social

NEUQUEN (AN).- El plan de “prevención y asistencia social” que se ejecuta desde la subsecretaría de Acción Social, incluye la entrega mensual de 32 mil cajas con alimentos y la provisión de 12 mil raciones de comida diarias, entre otros programas.

El titular del área, Eduardo Martínez, informó que además de la Nación la provincia recibe 11 mil cajas de alimentos del programa Unidos, una fusión de los antes denominados Asoma -para ancianos- y Prani -para niños-. Estas cajas, agregó, desde hace pocos tiempo comenzaron a entregarse mensualmente.

Una caja provincial de alimentos pesa 15 kilos, cuesta entre 17 y 18 pesos y contiene azúcar, leche, aceite, latas de tomate, fideos, yerba, arroz, harina, polenta, sal, grasa, caldos y según la disponibilidad, miel.

La asistencia alimentaria también se concreta a través de comedores y otras modalidades como las llamadas “cocinas comunitarias” donde se le entrega víveres frescos y secos a varias familias que los cocinan ellas mismas y luego la reparten, o el denominado “Talleres Alimentarios”, destinado a pobladores de zonas rurales a quienes cada 15 días se le entrega alimentos, pero al mismo tiempo se les da charlas sobre recetas y alimentación. Existen además dietas especiales para personas con problemas de salud que merecen una alimentación específica.

Martínez dijo que en total se entregan 12 mil raciones de comida diaria, de las cuales 5.500 corresponden a Neuquén Capital y 6.500 al interior provincial.

Pero la asistencia con alimentos también se aplica en la Unidades de Acción Familiar (UAF) en las que se cuida y da de comer a 1.200 chicos de entre 45 días y cuatro años en toda la provincia. Las llamadas “Madres Cuidadoras”, 100 en total, se ocupan de otros 670 chicos, y a las que el Estado les entrega un subsidio para que ellas se encarguen de la alimentación de estos niños.

La subsecretaría además es la responsable de manejar las pensiones por vejez e invalidez. Son 4.800 en toda la provincia. El beneficiario cobra 170 pesos por mes, tiene cobertura del ISSN y salario familiar si tiene familiares a cargo.


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