Neuquén : gris o verde
A fin de evitar suspicacias: no me mueve el propósito de adherir a postura partidaria alguna en relación con el tema a desarrollar. Sólo quiero aportar, como ciudadano neuquino, algunas reflexiones sobre el destino de los terrenos de la Unidad 9 e isla 132. Y en cuanto ese destino estará marcado por criterios de políticas públicas, aspiro a que esté ajustado a la definición de la política como “la ciencia y el arte de alcanzar el poder, y conservarlo, para hacer el bien común”.
1) Los recursos del Estado son siempre limitados, mientras que los requerimientos de bienes y servicios de la población son ilimitados. De ahí la necesidad de realizar una cuidadosa evaluación de los recursos, a fin de que su aplicación no resulte en provecho de unos pocos, sino en beneficio de todos. Creo que destinar ambos predios a la creación de dos grandes parques, satisfaría una imperiosa necesidad de espacios verdes de todos los neuquinos, y en particular de los ciudadanos de escasos recursos, en vez de aplicarlos a la construcción de edificios, o a encarar emprendimientos inmobiliarios en beneficio de unos pocos, con capacidad económica para instalarse en pleno centro de la ciudad, o con vistas al río.
2) En ambos casos, se han adelantado propósitos de nuevas construcciones en la isla, y de apertura de calles en la U9. La isla 132 es un regalo irreemplazable de la naturaleza, pulmón natural que aportaría salud, medio ambiente sano, calidad de vida y un sello distintivo a una ciudad necesitada de espacios verdes. Incluso con pocas plazas y paseos, carencia agravada por las permitidas usurpaciones de espacios que tenían ese destino. El sentido común indica, además, que no se puede reemplazar o construir una isla, pero en cambio se puede edificar en innumerables lugares. En cuanto al espacio de la U9, la apertura de calles significará el acto inicial de un emprendimiento habitacional, amputando el predio, y cercenando la posibilidad del gran parque con todos sus beneficios.
3) En materia de políticas públicas, se presenta continuamente la disyuntiva entre favorecer el interés económico o el interés humano. Apelo a que, quienes tienen el poder de decisión, opten por el segundo, descartando la idea de que el progreso consiste en cubrir con cemento todo lo que se nos pone por delante (con la secuela de irrevocable y permanente que ello significa), y concreten definitivamente en acciones la protección de esos dos predios con destino a parques.
4) Creo que el progreso tiene que tener un contenido profundamente humano. En consecuencia, considero como sociedades progresistas, no a las más ricas, sino a las que más avanzan en el mejoramiento de la calidad de vida de su población. La propuesta de ambos parques tiene ese sentido. Los espacios verdes son la respuesta a la depredación y la polución ambiental, que afectan al planeta y por ende a la calidad de vida de sus habitantes.
5) Imaginemos el destino de los predios a la luz de algunos datos que he recogido. A) Los automóviles aportan a la atmósfera gases altamente nocivos, como óxidos de nitrógeno (NOx), monóxido de carbono (CO), óxidos de azufre… Los nuevos vehículos, menos contaminantes, liberan no obstante un promedio por coche de 1490 gramos de dióxido de carbono en sólo 10 Km. B) Un árbol maduro podría absorber los gases tóxicos de 100 coches en un día, producir oxígeno para 10 personas al año, y absorber 21 Kg. de dióxido de carbono. 0,41 Ha. pobladas de árboles producirían oxígeno para 18 personas al día.
6) Estamos en presencia de una doble oportunidad, única, irrepetible, de contar con dos predios de inestimable valor para la configuración de una ciudad parquizada, equilibrada, amigable desde lo urbano y protectora de la calidad de vida de sus habitantes. Hay un cúmulo de normas coincidentes que esperan salir de la categoría de letra muerta para ser consideradas como lo que son: prescripciones de cumplimiento obligatorio, operativas, y requirentes de las acciones concretas que las trasladen a la realidad. I).- El art. 41 de la Constitución Nacional consagra el derecho a un ambiente sano, y obliga a las autoridades a utilizar racionalmente los recursos naturales y preservar el patrimonio natural. Incorporado a ella, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales reconoce el derecho a la salud física y mental, y entre las medidas para asegurarla: “el mejoramiento en todos sus aspectos de… el medio ambiente”. (Art. 12 inc. 2, aptdo. b). II).- La Constitución neuquina (art. 54), consagra “el derecho a gozar de un ambiente sano y equilibrado”. III).- La Carta Orgánica de la ciudad de Neuquén, es superabundante en disposiciones relativas a la concreción de los propósitos que se han venido exponiendo. Los que tuvimos el privilegio de elaborarla, debemos enfatizar, no obstante su obviedad, que se hicieron para cumplirse. Su preámbulo prescribe: “…estimular el crecimiento armónico de la ciudad, protegiendo… la calidad de vida de la población y los recursos naturales…” El art. 9º, entre los derechos de todo vecino, incluye el de vivir en un ambiente sano, pero también lo obliga como protagonista a cuidar la salud, evitar la contaminación y preservar el ambiente (incs. 1,5,7,10,13 y 14). Entre las competencias municipales figuran las de proteger la salud, preservar el patrimonio natural, mejorar y defender el ambiente, como así proteger la vida vegetal y animal (art. 16 incs. 19,24,33 y 36). El art. 29 impone a la Municipalidad posibilitar el acceso a toda la comunidad a las actividades físicas y recreativas, ya sean deportivas, culturales, turísticas o de carácter social. El art. 33 expresa: “Será patrimonio natural de interés municipal el ámbito natural característico del ejido”. El fomento de la actividad turística, poniendo en valor y protegiendo áreas recreacionales, se plasma en el art. 36, mientras el 37 dispone el planeamiento del ejido, asegurando ambiente sano y equilibrado, incluso para las futuras generaciones, haciendo uso racional y preservando los recursos naturales. En el mismo sentido los arts. 38,39,41,42 y 44 (generación de espacios verdes).
Resulta oportuno cerrar estas reflexiones con una frase de alguien que dedicó su vida a la naturaleza: “Las próximas generaciones no nos perdonarán por haber malgastado su última oportunidad, y su última oportunidad es hoy”. Jacques Yves Cousteau.
Considero como sociedades progresistas no a las más ricas, sino a las que más avanzan en el mejoramiento de la calidad de vida de su población.
Estamos en presencia de una doble oportunidad, única, irrepetible, de contar con dos predios de inestimable valor para la configuración de una ciudad parquizada.
Datos
- Considero como sociedades progresistas no a las más ricas, sino a las que más avanzan en el mejoramiento de la calidad de vida de su población.
- Estamos en presencia de una doble oportunidad, única, irrepetible, de contar con dos predios de inestimable valor para la configuración de una ciudad parquizada.
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