Neuquén: ¿por qué no repunta la recaudación pese a la apertura económica?

Los ingresos propios de julio mostraron un crecimiento respecto del mes anterior pero se ubicaron muy por debajo en relación a julio de 2019. En términos reales, en estos siete primeros meses del año, la Provincia recaudó 9.500 millones de pesos menos por esta vía.

Los bares y restaurantes de Neuquén abrieron sus puertas como parte de la nueva fase de distanciamiento social.

Pese a que la mayor parte de las actividades económicas ya están funcionando, la recaudación propia (Sellos, Inmobiliario e Ingresos Brutos) de la Provincia no responde.

Datos suministrados por el ministerio de Economía de Neuquén dan cuenta de que, por esta partida, ingresaron poco más de 3.150 millones de pesos durante el mes pasado. La cifra representa una caída interanual, en términos nominales, del orden del 4% teniendo en cuenta que en julio de 2019 estos recursos alcanzaron los 3.277 millones de pesos.

La estadística oficial refleja claramente como afecto la pandemia esta fuente de ingresos.

Durante el primer trimestre del año se manejo en los términos que relativamente proyectaba Economía. En este período la recaudación pegó un salto promedio del 43% una cifra que estaba en línea con los niveles de inflación esperados. El segundo trimestre se sintió a pleno los efectos de la cuarentena sobre la economía local. En términos nominales la recaudación se desplomó más del 14% al compararla con el mismo período de 2019.

Julio iba a ser el termómetro para evaluar fiscalmente los resultados de la apertura económica, que se la ubicaba muy cerca de los momentos prepandemia. “Observamos un fuerte rebote respecto del mes pasado, pero todavía falta recorrido para recuperar lo perdido”, confió un funcionario del área de recaudación de la Provincia.

¿Por qué no mejoró la recaudación si esta la mayor parte de la economía abierta?

Son varios los factores que terminan por definir esta respuesta. Mencionaremos algunos:

-No todas las actividades están trabajando a pleno. Los protocolos limitan mucho los niveles de productividad y esto termina resintiendo la facturación. El sector hidrocarburífero es un claro ejemplo de lo que estamos mencionando.

-El nivel de actividad disminuyó en forma importante porque muchos comercios y empresas tuvieron que cerrar al no tener ventas y no volvieron a abrir tras la apertura de la cuarentena.

-Las empresas siempre dejan para el final el pago de tributos. Primero abonan salarios, después el alquiler -el que no tiene propiedad-, luego los servicios y por último los impuestos. Muchos son los que se financian con el Estado cuando no tienen caja para enfrentar sus gastos.

Tal como se observa en el gráfico párrafos arriba, junio pareciera ser el piso de la caída nominal de los recursos.

Pero los números son mucho peores cuando se los netea por la inflación. Es decir, cuando se analiza la caída en términos reales y se lleva las cifras a valores actuales.

Si se comparan los valores que ingresaron al fisco, vía tributos provinciales, en los primeros siete meses de 2019 con los de este año, la administración Gutiérrez recaudó en términos reales de 9.500 millones de pesos menos que el año anterior. Una cifra no menor que termina por demostrar que la economía no despega pese a las aperturas condicionadas por la pandemia.


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