Neuquén regula a los prestadores de turismo de deportes

NEUQUEN (AN).- El ministerio de Producción y Turismo de la provincia presentó el reglamento de prestadores de servicio de turismo de deportes. El marco regulador ocupará el vacío legal existente hasta ayer en el rubro, y se lo considera un intento para «blanquear» al grupo de operadores clandestinos.

El reglamento fue presentado en las oficinas del mencionado ministerio, con la presencia del titular de la cartera, Marcelo Fernández Dotzel y el subsecretario del área, Rodolfo Dómina.

Será la resolución 872, en adelante, la que determinará las normas a las que deben someterse los prestadores de actividades de turismo de deportes en el ámbito de la provincia, que además establece en un apéndice las condiciones y requisitos específicos para los prestadores turísticos de pesca deportiva.

En el texto de la norma figuran los estilos de pesca permitidos en los ríos y lagos de la provincia que pueden explotar los empresarios del ramo. Pero también el detalle de equipamientos con que deben contar, en materia de seguridad y comunicaciones, para la realización de esta actividad ya en una embarcación.

El nuevo marco legal, cuya autoridad de aplicación será el ministerio a cargo de Dotzel, reconoce como modalidades de la actividad de turismo de deportes a la pesca y la caza deportiva, aunque no pone limitaciones desde el vamos y deja abierta la posibilidad de extender una modificación o ampliación para abarcar otros rubros.

Regula qué entidades o personas físicas serán consideradas como prestadoras. Dispone las condiciones necesarias y procedimientos para trabajar en el sector, y determina cuáles son sus derechos y obligaciones, y las competencias básicas con que deben contar según el tipo de oferta, como así también la órbita de aplicación del reglamento.

A grandes rasgos, el espíritu del texto presentado ayer puede subdividirse en cuatro ejes temáticos: La instauración de un marco jurídico y transparentador para el sector; la constitución de lineamientos para la profesionalización del servicio; la aplicación de disposiciones que tienden a la creación de fuentes de empleo real; y el «otorgamiento de seguridad y confianza» a los turistas.