Neuquén toma medidas a su viento
Los resultados preliminares de la campaña muestran un potencial superior al esperado.
INICIATIVA DE LA AGENCIA DE DESARROLLO ADI-NQN
uizás en pocos años más la geografía de la inmensa meseta neuquina no sólo esté jalonada por las tradicionales torres petroleras sino también por enormes molinos que aportarán más energía a una provincia que de por sí depende de los ingresos que genera la actividad.
Los resultados preliminares de las campañas de medición del recurso eólico en las áreas licitadas en territorio neuquino muestran un potencial superior al esperado, de acuerdo con las evaluaciones entregadas a la Agencia para el Desarrollo y Promoción de Inversiones (ADI-NQN). En caso de concretarse la construcción de los parques eólicos, la inversión superaría los 800 millones de dólares para 500 MW de potencia instalada.
Desde el 2010, la agencia realizó cinco convocatorias de inversores que comprenden ocho áreas fiscales y seis de propiedad privada para evaluar las condiciones del viento y determinar si son aptas para la construcción de parques eólicos. En total, nueve empresas se encuentran realizando esas mediciones.
En la zona de Zapala y Arroyito la empresa Sowitec obtuvo resultados proyectados a 100 metros de altura muy alentadores, de 8,75 a 9,23 metros por segundo (m/s). Para esa tarea utilizó material de última tecnología como los equipos ultrasónicos Sodar, fáciles de transportar y que utilizan el efecto doppler con microondas de alta frecuencia.
Por su parte WPD, adjudicataria de áreas en Zapala y Picún Leufú, informó sobre promedios de 9,5 m/s a 80 metros de altura y una frecuencia de vientos del 40%. Enerco, que estudia la factibilidad de la instalación en áreas privadas pertenecientes a la firma Corsalmi, determinó una velocidad de vientos de 8,5 m/s, promedio que resulta consecuente con el resto de las mediciones realizadas. La empresa Sima presentó guarismos de 7,76% m/s para los meses de diciembre, enero y febrero en el área adjudicada.
Las otras áreas se encuentran en cercanías de San Patricio del Chañar y Añelo y fueron adjudicadas a dos UTE (Ceo SA-Sogesic y Sima-WPD) y a la empresa ABO Wind. Finalmente, en abril pasado se abrieron los sobres con las ofertas para otras dos áreas en Chorriaca que están próximas a ser adjudicadas.
En todos los casos, para poder establecer las curvas características que permiten observar el perfil de aumento de la velocidad en relación con la altitud de las mediciones a distintos niveles sobre el terreno, las empresas participantes tuvieron en cuenta las regulaciones internacionales que exigen las alturas de medición necesarias a 20, 40 y 60 metros.
Cada torre posee un total de tres conjuntos de anemómetros y dos veletas ubicados a diferentes alturas. Esa configuración, sumada a la información de sensores de temperatura y presión atmosférica, brinda mediciones extremadamente precisas y la posibilidad de un cálculo muy aproximado de la energía contenida en el viento en el sitio bajo estudio.
Generalmente los vientos superiores a 7,5 m/s determinan la factibilidad de la ecuación técnico-económica para que un parque eólico resulte sustentable. Según los datos preliminares y de acuerdo a un cálculo conservador por parte de ADI-NQN, las áreas en estudio permitirían instalar hasta 500 MW de potencia, algo más de la mitad de lo que genera la presa de El Chocón.
También se debe considerar la topografía del terreno, que tiene que permitir el máximo aprovechamiento posible de su superficie para la disposición de los aerogeneradores, ya que su ubicación requiere cuantificar los efectos aerodinámicos y de turbulencia que interactúan entre ellos.
Las empresas tienen dos años para realizar las mediciones. Como los resultados preliminares son más que alentadores, el cronograma de instalación del primer parque eólico podría adelantarse un año al plazo previsto, es decir que estaría en funcionamiento en el transcurso del 2013.
La potencia a instalar estará determinada, entre otras variables, por el tamaño de la superficie del terreno y la capacidad ociosa de transporte de las líneas, para lo cual cada empresa deberá realizar una reserva de potencia ante Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico). Otro factor a tener en cuenta es asegurar la compra de la energía en el marco de la ley 26190, la cual determina que para el 2016 el 8% de la energía consumida en el país deberá provenir de generación no contaminante.
El vicepresidente de ADI-NQN, Luis Galardi, explicó que las áreas concursadas fueron seleccionadas en función de tres criterios básicos: la condición del viento, la facilidad de acceso a las áreas y la cercanía a las líneas de transmisión de energía eléctrica. “La importante red de transporte eléctrico de la que dispone Neuquén y la calidad de sus nodos de conexión son, sin duda, un importante factor de economía en la inversión final de un parque eólico”, aseguró.
INICIATIVA DE LA AGENCIA DE DESARROLLO ADI-NQN
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