Reeditan la marcha “sin banderas” en defensa de los ríos

Vecinos y ambientalistas agrupados en “Salvemos los ríos”, buscarán reeditar la marcha que se llevó a cabo hace algunos años en defensa del curso de agua contaminado y llamó a un reclamo “sin banderas” por el cuidado de los ríos que se llevará a cabo una semana después de la Fiesta de la Confluencia.

“Realizaremos una marcha sin banderas políticas el domingo 24 de febrero a las 19”, describieron los integrantes de la agrupación.

En vísperas de la elección de una nueva conducción provincial, el grupo indicó que le envió a cada uno de los y las candidatas una nota “para que nos concedan una entrevista en donde les preguntaremos cuáles son sus planes de acción en este temática si ganan las elecciones”.

Indicaron que “queremos seguir viéndonos los pies cuando entramos al río y beber de sus aguas tranquilamente, queremos que nuestra descendencia también disfrute de estos privilegios”, indicaron en un comunicado.

Se trata del mismo grupo que en el verano impulsó una recorrida de 11 días a lo largo de los 500 kilómetros del río Limay para cotejar la calidad del curso de agua desde la naciente en el lago Nahuel Huapi hasta la confluencia con el Neuquén, y exigir el cese de las descargas contaminantes a lo largo de su curso.

Para esta convocatoria, los organizadores buscan concientizar sobre el proyecto “vertido cero” que involucra invertir en tecnología en las plantas de tratamiento para reutilizar todos los líquidos salientes que hoy llegan a los ríos, y que no se produzcan descargas cloacales ni de otros fluidos a los cursos de agua.

“No más aguas residuales, podés colaborar firmando por una ley de Vertido Cero; cada ciudadano es responsable y puede colaborar con el cuidado de nuestros ríos y el uso responsable del agua. El Estado tiene poder de proteger y promover un uso sustentable de este recurso natural”.

Cuando se inició el movimiento para sanear el río de las descargas clandestinas y de los vertidos cloacales, este grupo de vecinos autoconvocados lograron la sanción de la “emergencia hídrica” y la continuidad de una serie de reuniones entre funcionarios de diferentes jurisdicciones para discutir criterios de cómo dejar de contaminar.