Newell»s dejó a Rácing muy preocupado
El equipo rosarino aprovechó que el campeón le dio muchas facilidades en defensa.
ROSARIO (DyN) – Un Newell»s Old Boys ambicioso y fervoroso le ganó por un incuestionable 3-1 a Rácing Club, que en el capítulo final paseó por Rosario una imagen preocupante, distante por donde se la mire de la del equipo que se consagró campeón en el torneo Apertura anterior.
Leonardo Ponzio puso en ventaja a Newell»s, Rácing alcanzó la igualdad a través de Diego Milito y Leandro Sacripanti, quien ingresó en el segundo tiempo, señaló los otros dos goles que desataron la fiesta del muy numeroso público local en el «Coloso» del Parque Independencia.
Además de dotar a Newell»s de un acompañante para Mauro Rosales en la delantera, la entrada de Sacripanti por Saldaña resultó decisiva por dos motivos:
1) los goles que metió y 2) su contribución a que el equipo rosarino empujara a Rácing contra su arco.
Newell»s mostró una actitud agresiva desde el arranque, quitándole a su rival espacios para maniobrar y adueñándose de la pelota. Ya a los 2 minutos, Gustavo Campagnuolo debió esforzarse para mandar al córner un remate de Rosales desde 25 metros.
Cuando Rácing intentaba equilibrar el desarrollo con el trajín de Adrián Bastía y Carlos Arano, más el aporte del colombiano Bedoya, Ponzio convirtió un golazo «de otro partido». Fue a los 13, cuando sacó un remate desde treinta metros que se clavó en el ángulo derecho.
En desventaja, Rácing fue hacia adelante con esfuerzo y ganas, ya que en todo momento careció de imaginación y de fútbol bien concebido. Sobre los 20, el árbitro Héctor Baldassi pareció ignorar dos penales cometidos por Gustavo Dueña, primero por un foul a Rafael Maceratesi y después por una mano dentro del área.
A partir de entonces, el partido se hizo friccionado y en algunas jugadas hasta hubo mala intención.
Rácing alcanzó el 1-1 a los 30. La defensa de Newell»s tiró mal el achique ante un tiro libre de Bedoya y Milito quedó libre de marcas para cabecearla junto al palo izquierdo. Un minuto antes del final, los visitantes estuvieron a punto de irse al descanso arriba, pero Diego Luque tapó magistralmente con la mano cambiada un cabezazo de Claudio Ubeda.
La entrada de Sacripanti tras la reanudación le otorgó a Newell»s mayor agresividad y dinámica. El local lo apretó a Rácing, lo incomodó y le creó situaciones de riesgo.
Sobre los 25, Domizi bajó una pelota de cabeza y Sacripanti definió al gol para el 2-1. Rácing pareció rendirse, y sus jugadores iban pero no volvían. Por eso no llamó la atención que a los 39 llegara el tercero: Martínez pasó entre Vitali y Alex Viveros, quien lo miró pasar. Luego tocó para Maximiliano Rodríguez, quien desbordó y tiró el centro que Sacripanti mandó a la red.
En apenas cuatro días, Newell»s se sacó de encima a los dos equipos de Avellaneda. Primero le ganó a Independiente y luego a Rácing.
Talleres encontró un triunfo que le trae mucha tranquilidad
CORDOBA (DyN) – Talleres logró ayer como local un dificultoso pero inobjetable triunfo 2-1 sobre Rosario Central en un discreto pero muy limpio partido disputado ante ocho mil espectadores.
La victoria de Talleres se justificó desde el ingreso del talentoso volante Diego Garay, a los 13 minutos del segundo tiempo, porque a partir de allí sus encuentros con el habilidoso ex Boca Juniors César La Paglia se constituyeron en un problema sin solución para el rival.
Talleres se puso en ventaja a los 11 minutos del primer tiempo por intermedio de su mejor jugador, el siempre batallador delantero Pedro «Perico» Ojeda, quien tras aguantar la carga del uruguayo Ricardo Canals (único amonestado del encuentro) lo desairó con giró sumamente veloz al que siguió un gran derechazo cruzado frente al cual el arquero Laureano Tombolini nada pudo hacer.
Central consiguió empatar a los 11 minutos del complemento mediante un cabezazo sin oposición de Laureano Talamonti, a la salida de un centro de Líber Vespa por sector derecho que el arquero Mario Cuenca despejó con los puños, defectuosamente pero más que por error suyo por la incomodidad de hacer la maniobra en medio de un cúmulo de jugadores.
El último gol, el de la apretada pero justa victoria de Talleres, sobrevino a los 34 minutos a través de Cristian Del Pino, tras un córner por derecha de La Paglia.
Central estuvo sobre el final cerca del empate, pero se topó con los reflejos de Cuenca para conjurar peligrosos remates de Vespa y Rivarola.
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