Ni la cancha de fútbol se salvó de la tala del EPEN
Unos 300 álamos fueron destruidos por la motosierra en cercanías de Centenario.
NEUQUEN (AN).- Los Meri-ño, una familia de chacareros pionera de Centenario, están tris-tes y con mucha bronca acumula-da. La decisión de una empresa del Estado difícil de justificar, junto a una insensible motosierra, les arrancó 40 años de vi-da, la vida que perdieron unos 300 árboles que fueron destrui-dos en la puerta de su chacra, a 1.500 metros de la multitrocha.
Una verde y refrescante franja de 250 metros de largo por 20 de ancho ahora quedó literalmente pelada. A la sombra de añosos álamos criollos, acacias y pinos que ya no están, los Meriño solían juntarse a tomar mate, a comer asados y a jugar al fútbol.
La voracidad de los taladores se llevó hasta los troncos que la familia utilizó para armar los arcos de una cancha de fútbol cinco, un campo de juego que solían utilizar para divertirse sanamente los domingos soleados.
La historia de esta penosa tala comenzó el 29 de junio con un pedido de la delegación de Centenario del Ente Provincial de Energía de Neuquén a las autoridades de Consorcio de Riego y Drenaje del pueblo para talar una alameda, con el pretexto de mantener una línea de media tensión. La carta está firmada por Jorge Hermosilla, el jefe del servicio eléctrico del EPEN de la ciudad.
El consorcio respondió el 7 de julio autorizando el pedido, pero en esa nota las autoridades se desvincularon de las quejas o reclamos que pudieran surgir producto de esta acción. Esta nota lleva la firma del presidente del consorcio, Omar Della Gáspera.
La franja arbolada no había sido plantada dentro de la propiedad de la familia, una chacra de cinco hectáreas ubicada sobre la calle 2. Pero fue Juan Francis-co Meriño, que ahora tiene 63 a-ños, quien plantó los árboles para frenar los vientos y las crecidas del río Neuquén, cuando los caudales no estaban regulados por las centrales hidroeléctricas.
El padre de Juan, Desiderio Meriño, se instaló en ese lugar en 1936, cuando todo era desierto y el verde un objetivo que parecía inalcanzable. Con empeño y sacrificio allí fueron creciendo los sueños de los Meriño, gente de campo que cosecha manzanas y peras, que tiene un profundo amor por la naturaleza y que es capaz de resistir hasta el final el avance de la ciudad sobre las franjas productivas.
En esas tierras donde ahora hay menos árboles, menos som-bra y menos purificación del aire caminaron y crecieron los ochos hijos de Desiderio, sus 22 nietos y los 18 bisnietos.
El bosque de plantas taladas se encuentra a la orilla del canal de riego y a una distancia prudente de los cables de media tensión que el EPEN.
La tala derivó en una denuncia en la fiscalía 5 de la ciudad de Neuquén. La presentó un integrante de la familia Meriño, Miguel Horacio Estelrrig.
En la denuncia Estelrrig sostiene que el EPEN «le da la madera, producto de la tala, al aserradero Lozano de Centenario» y el denunciante dice que se enteró de tal situación «por las personas que están talando».
La familia calcula que después de haber destruido la arboleda, quedaron en el piso 200 toneladas de madera buena e incluso averiguaron que en el mercado se puede vender entre 15 y 25 pesos la tonelada.
Para los Meriño, el problema no es de dinero, sino de sentimiento. Ellos tienen conciencia ecológica y además esos árboles que fueron derrumbados forman parte de su historia, una historia que ya nadie les podrá devolver.
Los árboles demoraron 40 años en crecer y una semana en morir. Eran altos y frondosos y murieron de pie, como lo hacen los árboles. Pero su muerte no fue natural sino violenta, tan violenta que aún quedan restos de savia en medio de ese cementerio de maderas.
NEUQUEN (AN).- Los Meri-ño, una familia de chacareros pionera de Centenario, están tris-tes y con mucha bronca acumula-da. La decisión de una empresa del Estado difícil de justificar, junto a una insensible motosierra, les arrancó 40 años de vi-da, la vida que perdieron unos 300 árboles que fueron destrui-dos en la puerta de su chacra, a 1.500 metros de la multitrocha.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite desde $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios