Niño, vas a enloquecer a tu madre

Las madres se han quejado durante siglos de que sus hijos pueden llevarlas a la tumba y tal vez estén en lo cierto, pues un estudio finlandés mostró que tener varones acorta la esperanza de vida de las mujeres. Cada hijo varón acorta un promedio de 34 semanas la esperanza de vida de la madre, según el biólogo Samuli Helle y sus colegas de la Universidad de Turku.

Por otra parte, tener hijas alarga, aunque sólo ligeramente, la esperanza de vida de las madres, según el informe publicado en la revista Science. Helle, estudiante de doctorado de la universidad, intentó probar que las familias numerosas hacían que una mujer muriera antes de tiempo. Sin embargo, su estudio de datos de archivos eclesiásticos de la población Sami, en el norte de Escandinavia, halló que el tamaño de la familia no pronosticaba de manera confiable que una mujer muriera antes de lo esperado. «Hallamos que la longevidad materna no estaba relacionada con el número total de niños nacidos o criados hasta llegar a la edad adulta, lo que sugirió que las familias numerosas fueron criadas por personas acomodadas», escribieron los investigadores en el informe.

«Esto es un poco sorprendente, porque la teoría predice que debería haber un efecto negativo», dijo Helle en una entrevista. «Pero creo que, en nuestro caso, como no poseemos datos sobre la riqueza personal, podría ser que aquellos que estaban en la mejor situación social y económica pudieron permitirse el tener muchos hijos junto con una larga esperanza de vida», añadió. Helle y sus colegas examinaron los certificados de nacimiento y matrimonio de la población Sami desde 1640 hasta 1870. «Los Sami dependían principalmente de la crianza de ciervos, de la pesca y de la caza para su sustento. Ellos experimentaron una mortalidad natural debido a la carencia de cuidados médicos avanzados», escribieron.

Los investigadores sólo estudiaron a las mujeres que vivieron más de 50 años y tomaron en cuenta si sus esposos habían muerto, ya que criar una familia por sí solas podría generar mucho estrés. «Nuestros resultados indican que dar a luz a hijos varones tuvo un costo a largo plazo para la supervivencia de las madres relativamente más elevado que el de las mujeres que tuvieron hembras», dijeron los autores.

Esto podría tener razones biológicas. Varios estudios mostraron que, psicológicamente hablando, cuesta más gestar a un hijo varón, ya que crece más rápido y alcanza mayor tamaño en el útero materno. Algunos estudios revelaron que las mujeres demoran más en quedar embarazadas de nuevo tras haber tenido un varón que después de haber dado a luz a una hembra.

La testosterona producida por el feto podría inhibir el sistema inmunitario de la madre y quizá volverla más susceptible a las enfermedades, escribió el equipo de Helle, citando estudios recientes que han demostrado este efecto.

También podrían existir diferencias genéticas o sociales entre los Sami, que son distintos de sus vecinos finlandeses y suecos, señaló Helle. Sin embargo, el investigador no cree que éste sea el caso. «No hay razón para creer que este efecto sólo se observaría en la población Sami», agregó.

El científico considera que podría ser simplemente una cuestión conductual. «Los varones, generalmente, ponen más nerviosas a sus madres que las niñas porque siempre están corriendo. Las niñas suelen mostrarse más inclinadas a ayudar a sus madres», concluyó el investigador. (Reuters)