No aburrir
El gobernador Miguel Saiz ve la política desde complejos componentes emocionales.
No le gusta -por caso- que desde su propia toldería partidaria lo critiquen. Pero manda a retrucar con alfiles que saben más de obediencia ciega que de calidad de argumentos.
Entonces la crítica se retroalimenta.
A Saiz no le agrada que le pregunten quién será el candidato a diputado nacional. «A mí no me van a apurar los periodistas», sentencia con verbo tan seguro como innecesario.
Porque nadie lo apura. Está en la naturaleza del periodismo informar. Y mal que pese, seguirá preguntando. Sobre ése y otros temas más preocupantes que hacen a lo oscuro del sistema de decisión que lidera el mandatario.
Pero Saiz sufre con la prensa. Cuando llega a su cuota diaria de «Camila» y ve a un periodista hablando con un funcionario, lo gana cierta urticaria.
Y el funcionario dirá: «Luego me llama y me pregunta de qué hablamos».
«En política no hay que ser aburrido, es una forma de manifestar temor», dijo hace poco Jacques Chirac.
Buen consejo para las horas de «Camila».
Carlos Torrengo
Notas asociadas: La UCR se mira, desconfía, se critica
Notas asociadas: La UCR se mira, desconfía, se critica
El gobernador Miguel Saiz ve la política desde complejos componentes emocionales.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite desde $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios