No bailan, pero sí viven un gran sueño

LA RIOJA (AN).- Fueron el 1 y el 2 de la fase regular. En teoría, debían llegar a definir mano a mano el campeonato de la Liga Argentina de voley. Y así será. Anoche, Gigantes le ganó a Boca un partido para el infarto, sentenció la serie (3-1) y dirimirá con Bolívar, el 'cuco' del torneo', quién dará la vuelta olímpica.

Fue una noche de alegría y mucho sufrimiento para los neuquinos. El team de Alejandro Grossi fue sudor y lágrimas en La Rioja, y tuvo que ir a tie break para decretar el definitivo 3-2 y llegar a la ansiada final.

El 20-22 final del tie brek desató una mini fiesta en el plantel de Gigantes, que tuvo el triunfo al alcance de la mano mucho antes, y que casi paga demasiado caro su falta de resolución.

Fue un partido reñido, jugado con los dientes apretados y, por sobre todas las cosas, planteado por los técnicos como una partida de ajedrez.

Las claves del partido estuvieron, por el lado de los neuquinos, en la enorme capacidad de bloqueo que lograron cimentar a lo largo del partido. Pero además, los de Grossi fueron los que menos se equivocaron en los momentos claves, y ahí estuvo la diferencia final.

Claro, Gigantes además contó con la enorme tarea de Martín Hernández en ataque, quien terminó con 33 puntos y fue por lejos el goleador del cotejo.

El primer set fue para los visitante en 19 minutos, y el segundo quedó en manos de los xeneizes, con un esforzado 25-21. A partir del tercero entró en acción Hernández, y por eso los Gigantes se llevaron el parcial.

Los problemas llegarían en el cuarto, porque los neuquinos estaban arriba 21-23 y parecía que el juego se cerraba allí. Pero los problemas volvieron a surgir, y Boca resucitó.

El tie break fue para el infarto, al punto que llegaron igualados en 20. El desahogo apareció con dos ataques feroces, y el sueño comenzó a ser más firme.