No estiman montos porque la estafa fue inmensa

Los acusados de formar parte de la banda de las tarjetas de débito se negaron a declarar ayer en Neuquén Los investigadores creen que están ante una de las organizaciones delictivas más complejas de los últimos años y no se animan a arriesgar cuánto dinero robaron de cuentas bancarias.

NEUQUEN (AN)- Dos hombres y dos mujeres, acusados de formar parte de la banda que estafó a más de un centenar de personas con tarjetas de débito, se negaron a declarar ante la justicia y seguirán detenidos. Los investigadores creen que están frente a una de las organizaciones criminales más complejas detectadas en los últimos años, y en términos económicos el monto es tan elevado que ni siquiera alcanzan a mensurarlo.

Tal como informó «Río Negro», los cuatro imputados fueron detenidos a fines de noviembre en Santa Rosa, capital de La Pampa, y el fin de semana pasado llegaron extraditados a Neuquén, donde fueron indagados por «asociación ilícita» aunque optaron por negarse a declarar.

Se estima que estos cuatro, cuyas identidades no trascendieron, son los cabecillas de la banda o al menos ocupan puestos importantes, ya que no se descarta que a su vez respondan a órdenes superiores. La organización tiene otros dos miembros de menor jerarquía ya identificados; uno de ellos fue detenido y excarcelado, y el otro está prófugo.

Como viene informando este diario, la banda se dedicaba a duplicar tarjetas de débito, el plástico con el cual miles de usuarios retiran dinero de sus cuentas bancarias y hacen compras a través del POS en comercios.

Después de una larga investigación, la fiscalía de Delitos Complejos que comanda Alejandro Cabral y el personal del Servicio de Investigaciones de la Fiscalía lograron desentrañar la maniobra.

Según informaron fuentes de la causa, para concretar la estafa era fundamental el rol de un empleado corrupto que «espiara» al usuario cuando introducía la clave personal de la tarjeta de débito (el PIN) al momento de hacer una compra con el POS.

Con esa clave personal, más los datos de la cuenta (que quedan registrados en el POS) la organización confeccionaba una tarjeta «melliza», imprimiendo la información en la banda magnética de una tarjeta en blanco.

Esa tarjeta les permitía hacer operaciones en cajeros automáticos y comercios como si fueran el titular del plástico. Los primeros días de cada mes, cuando se acreditan los sueldos de los empleados públicos, los miembros de la organización iban bien temprano a los cajeros y vaciaban la cuenta. Algunas extracciones las realizaban desde otros puntos del país.

El titular de la cuenta llegaba después y se encontraba con saldo cero. Por lo menos un centenar de personas se presentaron a denunciar ante la justicia que sufrieron el accionar de la banda, aunque se estima que los perjudicados fueron muchísimos más.

La mayoría de los denunciantes son clientes del Banco Provincia de Neuquén, pero las fuentes judiciales indicaron que hay damnificados de otras casas bancarias que no accionaron penalmente.

«El BPN obliga al cliente a hacer la denuncia y después les restituye el dinero, en cambio los bancos privados no quieren escándalo y pagan de inmediato», explicaron.

El monto de la estafa sería altísimo, pero por ahora los investigadores no están en condiciones de cuantificarlo. «Ni siquiera sabemos cuántos damnificados hubo, ni cuánto dinero les sacaron. Hay gente que revisa su saldo muy de vez en cuando, porque tiene inmovilizado el dinero y tal vez ni se enteró que le hicieron extracciones», agregó otro de los investigadores.

La pesquisa continúa para tratar de identificar a otros posibles miembros de la organización.


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