No hay nadie que pueda quebrar el ritmo de Morales

Ganó por quinta vez consecutiva el tradicional tetratlón de Roca. Bustos primero y Helling después fueron sus principales rivales. Más de un centenar de atletas le dieron brillo a la exigente prueba.

Nada de sorpresas. El tetratlón «Desafío al Valle de la Manzana» tiene desde hace cinco años a un claro dominador: Maximiliano Morales.

Las posibilidades de poder quitarle la condición de número uno quedó nuevamente en el olvido. El extraordinario atleta roquense se prepara durante todo el año para estar en la cima y ayer volvió a demostrar su nivel en una de las pruebas más importantes del país, de la cual a esta altura de los acontecimientos bien podría decirse que es «amo y señor».

Con este logro en la novena edición del «tetra», Morales sumó su quinta victoria consecutiva en la categoría principal, aunque esta vez debió pasar por algunos sobresaltos durante la etapa de mountain bike, su especialidad.

El resto de los ganadores en las distintas categorías fueron: Mariano Bustos (juveniles), Fernando Helling (seniors «B»), Jorge Escaris (veteranos «A»), Sergio Villegas (veteranos «B») y Marina Peña (única de damas).

Todo comenzó a las 14.45, cuando los atletas se juntaron en la zona de «La balsa veja» y desde allí caminaron unos quinientos metros hacia el oeste por la margen sur del río Negro, donde los esperaba el punto de largada.

En silencio, con una clara demostración de seriedad y concentración llegaron uno a uno al punto de partida, donde quince minutos después, con el toque de sirena, se puso en marcha oficialmente la competencia. Los brazos salían y se sumergían casi al mismo ritmo. El neuquino Carlos López y Morales se cortaron adelante del numeroso pelotón y así marcharon durante los dos mil metros hasta salir del agua.

Debajo del puente los esperaban las bicicletas para encarar el «filtro» de la competencia. Los 26 kilómetros de ciclismo en plena zona de bardas fue lo más exigente y duro de la tarde. En algunos casos, la diferencia en esta segunda etapa fue clave para el clasificador general. Sin ir más lejos, «Maxi» Morales, y pese a pedalear durante 18 minutos con la rueda totalmente desinflada, aprovechó este tramo para escaparle a sus principales rivales por los puestos de vanguardia.

Sólo Mariano Bustos logró seguirle el ritmo al tetracampeón y el juvenil atleta hasta se dio el gusto de salir primero en kayac.

Más atrás Helling, Pablo Sfeir, Pablo Tosoni, Mariano Mansilla, Nelson Ojeda, Héctor Velázquez y Gustavo Pérez dejaban el puente Paso Córdoba en busca de Morales, pero el líder -después de cambiar la rueda- hacía más y más diferencia en la vanguardia.

El cutralquense Pérez apareció en el tercer lugar a la salida de la tercera etapa -kayac- detrás de Bustos y Morales, y más atrás entraron Helling, Sfeir, Martín Mansilla y Velázquez.

En la llegada al club Apycar Morales comenzó a respirar más tranquilo, ya que le había sacado tres minutos a su escolta Bustos y más de cuatro a Helling, su principal rival en los últimos 9.200 metros de pedestrismo y donde el campeón del «tetra» en 1.997 suele hacerse fuerte. Sin embargo, la punta a esta altura de la tarde ya tenía nombre y apellido, y por nada del mundo se la iba a perder Maximiliano Morales. Helling intentó el último esfuerzo y antes de entrar a la avenida Viterbori ya estaba en el segundo puesto con ritmo infernal, y aunque le descontó al puntero, poco pudo hacer para arrebatarle el primer lugar.

El «tetra» de la «Manzana» volvió a brindar espectáculo en Roca y «Maxi» Morales se dio el gusto de tirar al piso todas las especulaciones que se hicieron acerca de su lesión en la rodilla. Ganó por quinta vez esta exigente competencia. Quizá con menos margen de lo pensado, pero con un ritmo tremendo.

Voces: «Pensé que podía perder»

«Ganar un «tetra» siempre es algo especial, pero este tiene un sabor distinto al resto porque no llegaba en las mejores condiciones físicas por la lesión en la rodilla (tendinitis). Estuve más de un mes sin poder correr ni andar en «bici» y por momentos pensé que lo iba a pagar caro, que podía perder», comentó el múltiple campeón del tetratlón «Desafío al Valle de la Manzana», que ayer cumplió su novena edición.

Acerca de los puntos salientes de la prueba, Morales aseguró que «fue en la etapa de mountain bike. Si bien pinché y seguí casi veinte minutos con la rueda en llanta, alcancé a cambiarla y terminé con un buen tiempo».

Uno de sus principales rivales durante gran parte de la prueba fue el juvenil Mariano Bustos. «Lo tuve siempre cerca. Está corriendo muy bien. Por suerte logré sacarle una buena diferencia en kayac que me sirvió para estar más tranquilo», dijo.

A unos pocos metros de la meta, Maximiliano fue recibido por su hijo y con él cruzó la línea de llegada: «Esta victoria es para él, siempre me acompaña y le gusta mucho que yo corra. Creo que está más feliz que yo. No me quiero olvidar de todos los que me apoyan de una manera u otra, así que para ellos también es este triunfo», agregó.

Apostillas: El público fue una parte importante del espectáculo

Una vez más quedó demostrado que el tetratlón «Desafío al Valle de la Manzana» es la prueba más importante de la región, no sólo por la cantidad y calidad de sus participantes sino también por el interés que despierta en la gente.

Cerca de un millar de espectadores se acercó al puente Paso Córdoba para ver en acción a los más de cien atletas que llegaron nadando, luego pasaron un par de veces en «bici» y se despidieron en kayac. Además, se pudo apreciar que el circuito de mountain bike contó con mucho público y desde la salida del club Apycar, especialmente sobre la avenida Viterbori hasta el final en avenida Roca y Mitre, los atletas fueron acompañados por un gran número de seguidores. Por momentos hasta se vieron algunas imprudencias de automovilistas que obstaculizaron el paso de los competidores.

La llegada volvió a ser el centro de atención de la mayoría y allí los familiares de los deportistas tomaron principal protagonismo.

• Mala suerte: La etapa de mountain bike suele ser la más dura y por lo general es la que más historias deja para contar. «Pinché un par de veces», «me caí y perdí muchos puestos», «recién al final me pude recuperar», son algunas de las frases más comunes.

Algo parecido le pasó al juvenil roquense Javier Martiarena, que su segundo paso por debajo del puente lo hizo caminando y con la «bici» al hombro.

El también juvenil Miguel Neira fue otro de los que se llevará un recuerdo de esta etapa, tras sufrir una caída cuando promediaba la disciplina.

José Robles no se cayó, pero perdió algunos minutos antes de subirse a la bici, ya que cuando salió del agua -natación- se encontró con un tubo desinflado, por lo que debió repararlo y luego sí comenzar a transitar los 26 kilómetros en las bardas.

• Viento: Como no podía ser de otra manera, el viento se hizo presente en el «Desafío». Sin llegar a soplar como en las últimas ediciones, algunos competidores lo sintieron en la etapa del kayac.

La prueba de la solidaridad

ROCA (AR).- «Gracias Kuki», fueron las primeras palabras de Jorge Escaris apenas cruzó la meta. El roquense se quedó con el primer lugar en la categoría veteranos «A», pero para llegar a esta victoria debió pasar por varios escollos.

Cuando promediaba el «fatídico» tramo de ciclismo de montaña, pinchó un par de veces la rueda trasera. La primera vez la cambió con la ayuda de Rubén Bustos, mientas que para la segunda se había quedado sin repuesto hasta que apareció Orlando Gobbi y le dio el suyo. Así el atleta roquense logró seguir en competencia. Pero por si faltara algo más, se le dio vuelta el kayac, se recuperó y terminó festejando.

«Es una alegría inmensa poder terminar primero en mi categoría porque estuve a punto de abandonar por distintos problemas. Me había dado mucha bronca y hasta pensé seriamente en largar todo cuando vi a mi familia que me pedía que siguiera», comentó apenas llegó a avenida Roca y Mitre Jorge Escaris.

Acerca de la ayuda que recibió de Orlando Gobbi declaró: «Este triunfo lo quiero compartir con él, ya que si no me hubiera dado la cámara tenía que haber abandonado. Esta es una prueba más de la caballerosidad y solidaridad del «tetra». Por eso creo que esta victoria tiene un sabor especial».

Como se ve, el tetratlón de la «Manzana» no sólo es competencia. Y eso es lo más importante.


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