“No hemos contabilizado argentinos entre las víctimas fatales”

Raúl Dejean, embajador argentino en Japón, ratificó que hasta el momento no se reportaron argentinos entre los fallecidos por la catástrofe en el país asiático.

Desastre en Japón

El embajador en Japón, Raúl Dejean, destacó hoy que no se reportaron argentinos entre las miles de víctimas mortales del terremoto y tsunami que arrasaron con localidades del norte de la isla asiática.

“No hemos contabilizado argentinos entre las víctimas fatales”, sostuvo el diplomático y señaló que la embajada realizó contactos con varios de los conciudadanos que viven en Japón pese a las dificultades para las comunicaciones.

En ese sentido, dijo que había “zonas sin servicios de gas, agua potable, ni electricidad” y aclaró que la mayoría de los argentinos residentes en Japón viven en las ciudades de Tokio y Osaka, a más de 300 kilómetros del epicentro de la catástrofe.

“Desde ayer estamos en estado de alerta permanente, con una guardia de 24 horas en la embajada”, ubicada en Tokio, añadió.

El diplomático aclaró que la guardia de comunicación y asistencia se mantendrá dado que hoy hubo nuevas réplicas del sismo de entre 5 y 6 grados de intensidad.

Dejean explicó que los funcionarios de la sede diplomática “estuvieron recorriendo uno por uno los contactos que tenemos en el registro consultar empezando por las prefecturas más afectadas, en el norte o noreste, donde hay menor cantidad de argentinos”.

“La mayoría está radicada en Tokio u Osaka”, explicó a radio El Mundo y precisó que esas ciudades se encuentran a más de 300 kilómetros del sitio afectado por el fenómeno geológico.

El diplomático ratificó que “no se han registrado ningún caso fatal o accidente” de argentinos.

“La mayoría los pudimos contactar, algunos casos no, pero por referencias pudimos determinar que estaban en refugios porque son zonas donde no hay gas ni agua potable”, acotó.

Sobre la situación en Tokio, dijo que la ciudad se ubica a “360 kilómetros” de la zona afectada por el tsunami y señaló que al estar “en línea recta los efectos fueron muy sentidos”.

Dejean destacó por otra parte que Japón, que mantiene una diferencia de doce horas con Argentina, tiene un pueblo “disciplinado, muy obediente y que sigue las instrucciones de la autoridad, lo que contribuyó a que la situación fuera manejable”.

“Son distintos a nosotros, en el sentido de que el latino se expresa de más, hace ver mucho más sus sentimientos y el japonés es una persona mucho más reservada, aunque obviamente hay consternación por esto”, añadió.

DyN


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