No puede llevar la bandera por ser chilena
Un nuevo caso de discriminación por la nacionalidad de los involucrados salió a relucir en una escuela neuquina. Una joven estudiante nacida en Chile no podrá ser abanderada debido a que una resolución del Consejo Provincial de Educación establece que ese lugar no puede ser ocupado por alumnos extranjeros.
NEUQUEN (AN).- El viernes Joselín Roca vivió un día en el que creyó tener la felicidad en las manos, aunque ese momento fue sólo el preludio de la amargura. Por la mañana le anunciaron que iba a ser la abanderada de la escuela, por la tarde le recordaron que su condición de extranjera se lo impide.
«Menos mal que se lo dije yo», recordó ayer su madre, Silvia, quien confió que su hija rompió en un llanto desesperado cuando le avisaron el cambio de planes.
El último día de clases, Joselín volvió de la escuela con la novedad de que sería la abanderada del CPEM 34. Ella no lo esperaba porque conocía las reglas: obtuvo el mejor promedio en la primaria y debió conformarse con ser escolta porque su condición de chilena le impide portar el pabellón nacional.
Este año logró el mejor promedio de cuarto año, y además una medalla por haber obtenido las mejores notas de todo el establecimiento: un 9.80 según confirmó el director del CPEM 34, Antonio Richter. Tiene 16 años y llegó al país desde Temuco cuando apenas tenía un veinte meses. «Sólo espero tener los 18 para nacionalizarme», dijo ayer.
Cuando los preceptores le comunicaron que iba a ser abanderada fue como encontrarse abruptamente frente a un sueño que creía lejano. «Era mi gran logro, era el regalo para mis papás», dijo. «Después se me cayeron las ilusiones, me hicieron sentir muy mal, porque yo me siento argentina», recordó Joselín.
La mala noticia se la dio su mamá. La vicedirectora la convocó al secundario y le informó que, si bien la escuela había dispuesto que Joselín fuera la abanderada, las reglas del Consejo Provincial de Educación se lo impedían. Richter dio otra versión: dijo que las dos compañeras electas como escoltas protestaron «en su condición de argentinas», y manifestaron que «no le correspondía» a Joselín portar el pabellón nacional por ser chilena.
El reclamo lo ratificaron por nota, en la que dejaron sentada su renuncia al acompañamiento de la bandera debido a que el establecimiento no había aplicado las normas vigentes (resolución 2256/88), que exigen que el abanderado tiene que ser argentino.
El padre de una de las escoltas, de apellido Carrasco, negó que su hija hubiera protestado en un sentido discriminatorio. «Mi hija, por el promedio, debía ser la abanderada, no primera escolta», dijo. Aseguró ser chileno y con ello intentó borrar de un plumazo cualquier actitud discriminatoria.
Admitió que luego de que su hija elevó la nota, recibió una misiva del establecimiento declarando abanderada a su hija.
«Escuché comentarios de que ellas renunciaron porque no querían estar en la bandera conmigo, pero no sé nada. El acto de entrega de notas fue el sábado y ellas no fueron», dijo Joselín.
El director de la escuela aclaró que, si bien el año pasado el CPE emitió una nota que faculta a cada establecimiento para que consensúe la posibilidad de decidir quién llevará la bandera, no derogó ni modificó la resolución que ordena que el abanderado debe ser argentino. «La escuela no puede generar normas, es el CPE el que debe dictarlas y la escuela las aplica. La única resolución en vigencia para el caso de los abanderados es la que dice que debe ser de nacionalidad argentina», finalizó.
El caso de Natalie
NEUQUEN (AN).- Natalie Rocha Navarro fue el primer caso de discriminación ocurrido en una escuela en esta provincia. La historia fue similar a la Joselín Roca, no sólo porque ambas alumnas nacieron en Chile sino porque a las dos estudiantes les aplicaron la misma resolución, la 2256 del CPE.
La historia de prohibiciones tuvo otra protagonista: la estudiante Citlali Marina Vilte Chávez, de Aluminé, que por el mismo motivo no pudo ser abanderada en 1999, aunque después las autoridades flexibilizaron la norma por la presión ejercida desde la escuela y desde el Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi).
Natalie había finalizado sexto grado en el «98 y la habían propuesto como abanderada de su escuela. La alumna se había ilusionado, pero el sueño le duró muy poco: las autoridades del colegio tuvieron que aplicar la polémica resolución del CPE y comenzó un fuerte debate en la sociedad neuquina sobre la vigencia de esta norma.
El caso derivó en la intervención del Inadi a través de notas de fuerte contenido contra la resolución que fueron enviadas a las autoridades del Consejo. La presión aumentó cuando poco después surgió otra prohibición, esta vez para la alumna Chávez del CPEM 14 de Aluminé.
A pesar de las críticas recibidas, las autoridades de Educación no derogaron la resolución, pero aceptaron dejar en manos de los directores de las escuelas la posibilidad de definir en estas situaciones.
NEUQUEN (AN).- El viernes Joselín Roca vivió un día en el que creyó tener la felicidad en las manos, aunque ese momento fue sólo el preludio de la amargura. Por la mañana le anunciaron que iba a ser la abanderada de la escuela, por la tarde le recordaron que su condición de extranjera se lo impide.
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