“No puedo dejar de participar en el trance”
Desde hace un tiempo leo las noticias relacionadas con el batifondo armado en torno de la eventual contaminación del lago Nahuel Huapi y realmente, pese a mi precario estado de salud actual, no puedo dejar de participar en el trance.
Me avalan algunos trabajos hechos relacionados con el tema en cuestión, en particular haberme desempeñado como gerente del Departamento Provincial de Aguas para la Región Andina entre 1984 y 1988, y finalmente el simple hecho de vivir en Bariloche y recorrer el lago desde 1969. Se me ocurre inicialmente pensar lo práctico que sería que los 25.000 firmantes estuviesen dispuestos a poner algo de esfuerzo y plata (algo de guita, bah, que duele un poco, pero es práctica, ¿no?) para que alguien se ocupe de hacer un relevamiento de la calidad de las aguas que bañan la costa sur del lago, que es la más utilizada por Bariloche y su capital turístico. Alguien se preguntará por qué un proyecto tan poco ambicioso. La respuesta está en el problema que representaría relevar los más de 500 km² de superficie, a varias profundidades, y los cientos de kilómetros de costas… Los 250.000 pesos recaudados, suponiendo que nadie utilizara como excusa que el cocodrilo que tiene en el bolsillo le prohíbe hacer aportes de este tipo, servirían seguro para dar el puntapié inicial y motivar así a las autoridades municipales, provinciales y, por qué no, nacionales.
Hace falta esfuerzo más que manifestaciones. Hay que buscar quien quiera poner el hombro, aunque sea ad honórem… cosa casi imposible de lograr hoy, pero tal vez se encuentre algún voluntario. Menciono al respecto que a principios de los 80, contando como gran ayuda con un bote inflable de mi propiedad y la autorización del Municipio y del INTA para utilizar los laboratorios de Bromatología (municipales), a cargo del bioquímico A. Mogensen, y el de Suelos ( INTA), a mi cargo, encaramos el relevamiento de las aguas desde el fondo del brazo Campanario hasta la desembocadura del río Ñirihuau. Pese a que la realidad superó nuestro entusiasmo, lo mismo analizamos algunos cientos de muestras y elaboramos un documento que fue presentado y aprobado por el Congreso Nacional de Biología realizado en esos años aquí, en Bariloche.
Los coautores nos trenzamos en largas discusiones a la hora de sacar conclusiones, ya que por momentos aparecían problemas que solamente podrían resolverse con la ayuda de la Termodinámica o de un experto en esta rama de la ciencia, cosa que estaba lejos de nuestros quehaceres laborales. Como algunas de esas conclusiones siguen vigentes, sería interesante reunir personas conocedoras de la ciencia del agua y alejadas de la opinología que hoy invade las pantallas televisivas o las ondas radiales y discutirlas en el marco de la realidad demográfica y social que hoy vive la ciudad.
El otro problema, casi insoluble, fue el de la redaccion del trabajo para su presentacion. Alcanzamos a hacer ¡tres copias!, una para la Municipalidad, otra para INTA y una tercera para Parques, que había dado el OK para una participación “ligth”: nos paseó en el Modesta Victoria por la zona de La tabla para sacar muestras… De dichas copias no sé lo que queda.
Hace aproximadamente dos años la bibliotecaria de INTA me contó que había encontrado el trabajo y que tal vez se podría recuperar, ahora digitalizado. Pero los gráficos con los datos obtenidos, armados por un dibujante de INTA con tinta china sobre papel manteca, se revelaron. Imagino el éxito que hubiésemos tenido con una computadora a mano y una impresora-fotocopiadora.
Raúl Ortiz
DNI 6.128.127
“Pese a que la realidad superó nuestro entusiasmo, lo mismo analizamos algunos cientos de muestras y elaboramos un documento que fue aprobado por el Congreso de Biología”.
Raúl Ortiz
DNI 6.128.127
El Bolsón
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- “Pese a que la realidad superó nuestro entusiasmo, lo mismo analizamos algunos cientos de muestras y elaboramos un documento que fue aprobado por el Congreso de Biología”.
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