«No quiere irse de nuestro lado» 24-07-03

El policía Hugo Basualdo, que se hizo cargo de un pequeño de 8 años dado por desaparecido, y al que la Justicia de Menores le otorgó una tenencia precaria, dijo que el chico «no quiere irse de nuestro lado» Basualdo, de 30 años, quien presta servicios como agente en la Brigada de Orden Urbano, vive en la ciudad de San Lorenzo, distante a 25 kilómetros al norte de Rosario, junto a su esposa, Gabriela Fernanda Ordóñez, de 34.

«En el 2001 mi esposa perdió dos embarazos debido a que sufre de hipertensión arterial; el primero de cuatro meses de gestación, y el segundo, de seis meses», explicó Basualdo al dialogar con Télam .

«Esta mañana volvimos a los tribunales (provinciales) y nos entrevistamos con la secretaria en lo Civil del Juzgado de Menores de la 2a. Nominación, doctora María Amadei de Méndez, quien nos extendió la tenencia provisional del chico», narró Basualdo.

«Fuimos atendidos por la doctora Amadei, ya que el juez (Leandro Artigas) está de feria y en razón de que los tíos del pequeño, que radicaron la denuncia sobre su desaparición, no se presentaron en el juzgado», amplió Basualdo En función de lo ocurrido a su esposa, con la pérdida de dos embarazos sucesivos, Basualdo admitió que desde entonces ambos comenzaron a pensar en la posibilidad de adoptar una criatura «Dios nos puso en el camino a Héctor; ojalá que lo podamos adoptar para darle una vida más digna, con el amor que requieren las criaturas; pero sé que no es fácil lograr eso», confió el agente policial.

Finalmente, al ser consultado sobre cómo había tomado la criatura el amparo que le estaban brindado, Basualdo exclamó: «El está contentísimo, no quiere irse de nuestro lado. Ese creo que es el único temor que tiene…» (Telam)


El policía Hugo Basualdo, que se hizo cargo de un pequeño de 8 años dado por desaparecido, y al que la Justicia de Menores le otorgó una tenencia precaria, dijo que el chico "no quiere irse de nuestro lado" Basualdo, de 30 años, quien presta servicios como agente en la Brigada de Orden Urbano, vive en la ciudad de San Lorenzo, distante a 25 kilómetros al norte de Rosario, junto a su esposa, Gabriela Fernanda Ordóñez, de 34.

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