No salta, vuela

Yelena Isinbayeva, la primera mujer que saltó por encima de los 5 metros el 22 de julio pasado en Londres, se superó ayer a sí misma al batir el récord del mundo (5,01m), en su segundo intento en la final de salto con garrocha del Mundial de Helsinki.

La atleta rusa ya se había asegurado el título, por lo que pasó directamente de 4, 70 a 5,01, una vez que la polaca Monika Pyrek, medalla de plata, fracasara en su intento de superar los 4,75. El tercer puesto (medalla de bronce) fue para la checa Paula Hamackova (4,50m).

Al batir el récord del mundo, Isinbayeva se aseguró un premio de 160.000 dólares (100.000 por la plusmarca y 60.000 por la victoria).

Fiel a su política de superar el récord centímetro a centímetro, que le ofrece suculentos dividendos a nivel de premios cada vez que supera un récord, la reina de la garrocha paró de saltar una vez que sumó su decimoctava plusmarca mundial, entre aire libre y bajo techo. «Es fantástico ser campeona del mundo», afirmó Isinbayeva, que insistió en que tuvo una dura competición, pese a su cómoda victoria.

«La saltadora polaca fue una rival difícil. Además siempre compito contra mí misma», dijo.

Yelena, de 23 años, anunció que intentará superar el récord en lo que resta de temporada. «Creo que puedo alcanzar los 5.02 o 5.03. Lo intentaré pero ésta era mi principal competición por este año», explicó.

Isinbayeva era la atleta más esperada en este Mundial y no defraudó, aunque hubo que aguantar dos días más de lo previsto, ya que la final de salto con garrocha debía disputarse el miércoles, pero fue atrasada debido al mal tiempo en la capital finlandesa.

«Es la mayor estrella del atletismo en la actualidad. Es joven, sigue mejorando y puede traer mucho éxito al atletismo. De alguna manera es un genio», aseguró el mito viviente del salto con garrocha, Sergei Bubka, seis veces campeón mundial entre Helsinki 83 y Atenas 97.