“No se equivoquen, tengan responsabilidad”

La eliminación de la selección argentina del Mundial de Sudáfrica pondrá a funcionar nuevamente, como siempre… y como nunca, la aceitada maquinaria oficial de disfrazar el papelón y con ello, una vez más… burlar a la verdad –léase presidencia de AFA, cuerpo técnico de la selección y el lamentable grupo de periodistas adictos y obsecuentes a Maradona quienes, de manera torpe y burda, minimizarán las responsabilidades o las encubrirán maliciosa o solapadamente–. El primer responsable es Julio Grondona, de padrinescas decisiones deportivas, políticas y financieras dentro de su feudo. Igual responsabilidad les cabe a los dirigentes que componen la comisión de la selección ya que, por acción u omisión, privilegiaron sus prebendas por encima de un proyecto transparente, honesto y de absoluta credibilidad. El cuerpo técnico nunca fue tal y su borrascosa conformación dejó tantas dudas de capacidad profesional como de un comportamiento ético y moral, que rozó, de manera sistemática, el escándalo barato y cotidiano, los caprichos infantiles y la soberbia y altanería amenazante de siempre. Las impresentables contradicciones futbolísticas y tácticas de Maradona, que en gran medida fueron tapadas por la jerarquía individual de sus jugadores, se disimularon con victorias ante rivales de poco fuste pero que nos ilusionaron y pusieron el ego del entrenador en estado de éxtasis. Pero la realidad manda: la selección quedó eliminada y en honor a la verdad, que es lo más trascendente de nuestra vida, hubiese sido injusto que un triunfo final validara un proceso caótico, plagado de acciones reprobables y con poco para rescatar. Paradójicamente, y en hora buena, la antítesis de este fracaso han sido nuestros vecinos del Mercosur, especialmente Uruguay, Paraguay y Chile, que, apostando a proyectos serios y coherentes, fueron competitivos y lograron reconocimiento y respeto internacional merecidamente eslabonados por un denominador común: la sobriedad y la capacidad profesional de sus entrenadores, su proverbial respeto por el evento del que fueron parte y el permanente y estimulante privilegiar lo colectivo sobre cualquier brillo o ponderación personal. A quien le toque tomar la decisión de comenzar un nuevo proyecto… éste es el camino. No se equivoquen, tengan responsabilidad. Juan Carlos Pellejero DNI 7.650.132 Centenario

Juan Carlos Pellejero, DNI 7.650.132 Centenario


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