No se rompe el bloque de diputados

Ratificaron la voluntad de continuar con el trabajo común.

BUENOS AIRES (Infosic, Télam y DyN).- El bloque de diputados de la Alianza ratificó anoche su «voluntad política» de «continuar con el trabajo en común» en medio de la crisis desatada por la renuncia del vicepresidente Carlos Alvarez.

«Seguiremos representando la voz legislativa del gobierno nacional para llevar adelante los objetivos programáticos de la Alianza», expresó el titular de la bancada, el frepasista Darío Alessandro.

En una conferencia de prensa ofrecida anoche en el Congreso junto al presidente de la Cámara de Diputados, Rafael Pascual, y el titular del bloque radical, Horacio Pernassetti, Alessandro afirmó que «el Frepaso se queda en la Alianza».

«La decisión de la gran mayoría de los integrantes del Frepaso es estar juntos trabajando en la Alianza, en esta construcción que tiene que trascender las circunstasncias que estamos viviendo», señaló.

Por su parte, Pascual calificó de «muy doloroso» el alejamiento de Alvarez del Gobierno, pero a la vez reivindicó su «vocación de apuntalar los objetivos por los cuales la mayoría del pueblo votó a la Alianza».

«No hay dos proyectos de Alianza, hay uno solo», aclaró el legislador radical en una rueda de prensa caracterizada por los rostros serios de todos los participantes.

Pernassetti consideró a su turno que «hay un nuevo escenario» que exige a todos los integrantes de la Alianza «trabajar más fuerte para cerrar filas y cumplir con los compromisos con la gente».

«Debemos profundizar los niveles de diálogo porque este no es un proyecto de una persona solamente, sino del conjunto de la población», subrayó.

Mientras tanto, el radicalismo ratificó, con Raúl alfonsín a la cabeza, «su firme voluntad de preservar la Alianza» y aseguró que mantiene «los mismos ideales de agosto de 1998», cuando se constituyó la coalición.

En un comunicado, el Comité Nacional de la UCR lamentó la renuncia presentada por el vicepresidente Carlos Alvarez y rescató «su decisión de seguir apoyando la Alianza».

«El 10 de agosto de 1998 en la Carta a los Argentinos, ya afirmábamos que la Alianza se constituyó como una respuesta a la voluntad colectiva de construir una sociedad más justa, más rica y más equitativa», sostuvo el radicalismo a través de un texto difundido a la prensa, luego de que Alvarez oficializó su renuncia a la vicepresidencia.

Asimismo, la UCR ratificó «su inquebrantable voluntad de marchar junto al Frepaso y a otros sectores del pueblo argentino».

Los diputados del Frepaso condicionarán la continuidad del trabajo con la UCR en la Cámara baja a que la política del gobierno responda «claramente al programa de la Alianza».

«El presidente Fernando de la Rúa debe imprimir un sello distintivo a sus políticas, que muestren claramente un cambio con respecto a la gestión de (Carlos) Menem», afirmó el diputado frepasista Alfredo Villalba.

En un sentido similar, su colega de bancada, Eduardo Macaluse, aseguró que «De la Rúa puso a la Alianza al borde del abismo y de ahí debe sacarla primero separando a los sospechados del gabinete y después modificando las políticas retrógradas». La postura asumida por los frepasistas es un anuncio de mayores complicaciones para el gobierno al momento de imponer sus proyectos más conflictivos, como el Presupuesto 2001 o la Emergencia Económica, que todavía espera su sanción definitiva en Diputados.

Alfonsín respaldó a «Chacho»

BUENOS AIRES (Infosic y DyN).- El ex presidente Raúl Alfonsín brindó anoche un sólido respaldo a Carlos Alvarez, consideró que su salida «se podría haber evitado» y calificó la renuncia como un «traspié» del gobierno nacional. Además anunció que «la semana que viene» comenzará a conversar con el ex vicepresidente con el fin de «trabajar para constituir un equipo muy firme» a fin de fortalecer a la Alianza. Alfonsín opinó que el líder frepasista «se fue porque algunas designaciones no estaban de acuerdo con su pensamiento» y repitió varias veces: «Me duele mucho que se haya ido».

El presidente del radicalismo habló sobre la renuncia del vicepresidente en el Comité Nacional de la UCR, luego de reunirse con legisladores del partido, con quienes elaboró un documento al respecto.

«Soy optimista después de escuchar al ex vicepresidente y su compromiso de continuar trabajando por los objetivos de la Alianza», dijo.

Análisis: La coalición podría comenzar a agrietarse

BUENOS AIRES (DyN).- A 301 días y 8 horas de haber asumido el gobierno de la República, la alianza entre Fernando de la Rúa y Carlos «Chacho» Alvarez se hizo añicos.

La decisión del vicepresidente de renunciar a su cargo sumergió al gobierno en una severa crisis y dejó al jefe del Estado no sólo sin compañero de ruta, sino también sin uno de los principales sustentos de la coalición oficial.

El portazo de Alvarez cobró forma definitiva alimentado, básicamente, por la determinación de De la Rúa de sostener en el seno de su gobierno al ex ministro de Trabajo Alberto Flamarique y a Fernando de Santibañes.

Sin embargo, el escándalo en el Senado por presuntas coimas para aprobar la reforma laboral, la continuidad del rumbo acuñado por el menemismo, la falta de crecimiento económico, el paquetazo impositivo y el ajuste a los estatales habían esmerilado ya peligrosamente la relación entre el presidente y el vice.

Tal vez, por eso, las tardías renuncias de Flamarique y Santibañes a De la Rúa -en el último caso rechazada- no fueron suficientes para revertir la decisión del frepasista.

La dimisión de «Chacho» fortalece la figura presidencial pero deja el jefe del Estado «debilitado» ante sectores que esperaban signos de cambios en la política tradicional y apoyo en la lucha casi solitaria que encabezó Alvarez para remozar la dirigencia.

La ruptura en el binomio ejecutivo -que da marco a una de las perores crisis institucionales desde que se restableció la democracia- pone en riesgo de extinción a la Alianza tal como se concibió en agosto de 1997, a pesar que el propio Chacho aseguró que trabajará desde el llano por el éxito del gobierno.

Más allá de los deseos de Alvarez y de algunos funcionarios como Graciela Fernández Meijide y Alberto Flamarique, la coalición podría comenzar a agrietarse de manera lenta pero inexorable tanto en el Parlamento cuanto a nivel cuadros, donde nunca existió una fuerte unidad.

El discurso duro con el que el renunciante dejó su cargo preanuncia futuros momentos de tensión no sólo en torno a su figura, sino también cerca de todos aquellos frepasistas que creen que De la Rúa «desperdició» la oportunidad que le dio el escándalo en el Senado para darle un nuevo perfil a su administración.

El golpe de Alvarez sorprendió al presidente y a la dirigencia política, tanto aliancista cuanto de otras corrientes.

En su mayoría imaginaban que el Vice -aún a regañadientes- aguantaría el chubasco y el desaire que le hizo el primer mandatario al mantener en su entorno más íntimo a varios de sus adversarios.

La renuncia -que colocó a la segunda línea del Frente en estado deliberativo- lo encontró a Alvarez en el Gobierno con el acompañamiento de pocos, las críticas de muchos y la adversidad de varios.

El cisma tempranero en lo más alto del poder podría dañar a futuro a De la Rúa y favorecer, indirectamente, las chances electorales del justicialismo para los comicios del 2001, si la Alianza, finalmente, cae herida de muerte.

Esa fecha encontraría a Chacho candidateado a senador por la Capital o por la provincia de Buenos Aires. En caso de dar pelea en el distrito metropolitano, Alvarez sólo lograría ratificar con un triunfo el capital político que ya tiene.


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