No se sentía cómodo y se fue

Tras discutir con Ezequiel González, Reinaldo Merlo dejó Rosario Central.

Se fue porque no se sentía cómodo con su vestuario. Reinaldo Merlo decidió interrumpir temprana y abruptamente su relación con Rosario Central, cinco partidos después de haber asumido, de los cuales había ganado tres y perdido sólo uno. Entonces, está claro que la cosa no pasó por los números, sino por aquellas palabras de Ezequiel González, que hirieron a Mostaza y rompieron la relación de éste con el plantel, su vestuario.

«Jugamos horrible. A mi me gusta el fútbol que juega Huracán…», había declarado el «Equi», tras haberle ganado 1-0 a San Martín, en Tucumán, casi sin haber pateado al arco. Para Merlo, aquello fue una traición. «En mi época de jugador lo hubieran cagado a trompadas por esas palabras», dicen que el DT les dijo a los jugadores, el día después de las declaraciones radiales del volante.

También dicen que ya tenía planeada la renuncia aún antes de perder con Racing (0-1), en Rosario, el domingo pasado. Pero día siguiente, Merlo dirigió la práctica vespertina y por la noche convocó a dirigentes de los auriazules al hotel Ros Tower, donde se hospeda desde que llegó a la ciudad para dirigir a Central. Manuel Usandizaga, hijo de Horacio, el presidente del club, escuchó sorprendido el anuncio de Merlo.

«Fue por las declaraciones del ´Equi´ que yo no pude rendir más. Yo siempre voy a tener ganas de laburar, porque es lo mío. Pero no puedo ir en contra de lo que siento», explicaba Mostaza ante los micrófonos radiales de Del Plata. Y agregaba: «Desde entonces, algo se rompió».

«Todos los partidos que jugamos salimos a ganarlos. Igualmente, la decisión de irme la había tomado antes del partido con Racing. No se los dije antes a los jugadores para que no salieran a la cancha desmotivados. No me quedaba otra, no estaba cómodo en el vestuario», reconoció.

Enterado de la renuncia, Ezequiel González se mostró sorprendido y, a la vez, sorprendió diciendo: «Yo ofrecí irme, no quería molestar si él estaba enojado conmigo porque, de última, este era un tema entre él y yo, fui yo el que dijo que no me gustaba la forma en que jugamos. Yo estaba dispuesto a irme si era el problema», aclaró el habilidosos mediocampista.

Merlo había asumido oficialmente el martes 3 de marzo. Un mes y medio después, se iba, incómodo con su vestuario, que es lo mismo que decir con sus jugadores. Por lo pronto, Ariel Cuffaro Russo, técnico de la cuarta división, será el entrenador interino de la Primera, cuando el sábado Central visite a Gimnasia La Plata, mientras tanto, esperan la llegada de otro Russo: Miguel Ángel.


Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $750 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios