No siempre se respeta la seguridad en los pozos petroleros

Operarios denuncian que los hacen trabajar casi sin dormir. Los botines, guantes y cascos suelen estar en malas condiciones.

La trágica explosión en Plaza Huincul reavivó la polémica sobre las medidas de seguridad que se toman para este tipo de trabajos.
RINCON DE LOS SAUCES (ARS).- Las recientes explosiones en dos tanques contenedores de combustible en Challacó y Plaza Huincul, pusieron al descubierto una serie de falencias en los operativos de seguridad industrial de los yacimientos petroleros de Rincón de los Sauces.

Operarios consultados e incluso desde el sindicato, aseguran que una franja de los trabajadores petroleros no tienen el respaldo empresarial necesario para trabajar con disminución de riesgos.

Por ser la elite petrolera de Neuquén, las compañías productoras y de servicios hidrocarburíferos más importantes, tienen sus bases de operaciones en la ciudad del norte neuquino.

La actividad es incesante y los números sorprendentes. Más de 200 empresas de diferentes capitales envían a 5.000 operarios al campo diariamente para realizar tareas de pulling, electricidad, soldaduras de alta presión, perforación, sísmica y bombas eléctricas, entre otras.

Quienes son responsables solidarios por las malas actuaciones de sus contratistas y subcontratistas, son las productoras de petróleo que comandan los servicios en el campo a través de terceros.

Personal de la empresa Repsol que pidieron no ser identificados, aseguraron que «las medidas de seguridad industrial en cualquier operación petrolera se cumplen a rajatabla, de lo contrario la compañía contratada que elude esas condiciones pueden hasta perder el contrato con la firma», manifestaron desde la mayor productora en la zona.

Desde la misma compañía señalaron que «antes que la producción misma del petróleo hay dos prioridades que se deben cumplir y son las medidas de seguridad industrial y el cuidado del medio ambiente», dijeron.

Allegados a la empresa Petrobras (ex Pecom), dieron versiones similares aunque inconcientemente dejaron entrever falencias que a veces pasan desapercibidas inclusive para la productora que contrata los servicios.

Ninguna de las empresas consultadas por este diario, puso de manifiesto claramente la mínima fisura en las medidas de seguridad industrial.

Sin embargo, hechos recientes y otros de vieja data, mostraron que las compañías no cuidan a sus operarios como lo indica la ley laboral.

Trece empleados de la empresa Baker Hughes Centrilift, se animaron a denunciar públicamente una peligrosa fisura en las medidas de seguridad industrial de Pecom Energy durante más de un año, ahora perteneciente a Petrobras.

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«Nos hacen trabajar veintisiete días en el campo y solamente nos dan tres de descanso. Además sabemos permanecer más de veinte horas en el pozo sin dormir, sin bajar a la ciudad y mal alimentados», aseguraron. Y agregaron que «hace más de un año que estamos así».

Desde el Sindicato de Petroleros Privados, señalaron que «esta situación en particular es una falencia muy peligrosa en cuanto a seguridad industrial se refiere. Los operarios no pueden estar más de ocho horas en el campo porque como la actividad es muy dura, se sabe que después de ese tiempo la persona no rinde de la misma manera, ya no tiene los mejores reflejos y es propensa a cometer errores graves que pueden poner en peligro su vida y la de sus compañeros. Esto sumado al acumulamiento de horas todos los días y la mala alimentación, es realmente muy peligroso».

Desde el gremio de petroleros, el delegado Ramón Hernández, dijo que «este sindicato tiene un convenio colectivo de trabajo donde estipula una serie de cuidados que las empresas deben tener con los operarios. Trabajar sólo las ocho horas programadas, los descansos se respetan sin condiciones y con un cronograma que le permita al petrolero recobrarse de las jornadas y ver a su familia, las viandas deben pagarse a los precios convenidos, el operario debe tener todos los implementos que lo protejan de la actividad e inclusive si corre mucho viento, quienes están bajo nuestro convenio deben obligatoriamente dejar las labores hasta que pase el temporal ya que las fuertes ráfagas empeoran las condiciones de trabajo», sostuvo.

Consultado sobre si quedan muchas compañías que no están adheridas a ese plan gremial, Hernández aseguró que «efectivamente quedan muchas sin aceptar nuestro convenio».

Para algunas empresas, la falta de botines de seguridad en buenas condiciones, guantes y cascos, es una constante.

Todos los operarios sin excepciones tienen que tener un medidor de ácido sulfídrico, ya que ese gas emana de los yacimientos de manera natural y en cantidades superiores a 10 PPM (partes por millón) es letal. Sin embargo, sólo algunos lo portan.


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