«No sólo pueden morir animales»

No quiero caer en lugares comunes pero vivir en sociedad implica respetar ciertas pautas de convivencia, por lo tanto, todos sabemos que el derecho de cada uno termina donde empieza el de los demás.

Hago referencia a esto porque justamente ayer por la tarde cuando me dirigía hacia la veterinaria que se encuentra en la calle 9 de Julio casi Buenos Aires con mis perros, éstos llegaron al lugar convulsionando por envenenamiento.

Parece ser que no sólo envenenan en la zona de San Juan y el Canalito, sino también en el otro extremo.

Realmente no entiendo qué pasa por la cabeza de esa persona, si así se la puede llamar… que se dedica a contaminar espacios públicos. Lo que me interesa es que la gente que sí ama a los animales se entere de lo que está pasando y que no circule por ese lugar. Gracias a los profesionales que trabajan en esa veterinaria, mis mascotas se salvaron. Llegué a tiempo.

Ellos no consumieron absolutamente nada, sólo olfatearon el pasto y eso les bastó para intoxicarse con un químico muy potente llamado fosforado, cuya venta está prohibida pero que lamentablemente se obtiene de igual manera para ser utilizado en la cura de frutales.

Para finalizar, a la población le pido que tome conciencia porque no sólo los animales pueden morirse, también las personas, y a las autoridades les exijo que tomen las medidas correspondientes; de lo contrario, como sociedad vamos a lamentar males mayores, como la muerte de un niño.

Lucrecia Portela Gallart

DNI 26.653.737- Roca


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