“No tenía otro lugar en el mundo donde ir”

Lo aseguró Sonia, la víctima de la casa del horror en Coronel Suárez. Dio una entrevista donde contó los tormentos a los que fue sometida por la periodista Heit y su marido.

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Sonia Molina, quien permaneció raptada y fue sometida a tormentos durante tres meses en la casa de una periodista y su marido en Coronel Suárez, dijo que fue a la vivienda de la pareja porque “no tenía otro lugar en el mundo donde ir” y afirmó que “todavía me cuesta creer” lo que pasó.

“Ahora estoy mucho mejor, pero la sensación de miedo no me la saca nadie, no sé cuándo voy a poder pensar en otra cosa más”, expresó Molina en declaraciones publicadas ayer por el diario “Perfil”.

La mujer afirmó saber “que me secuestraron. Yo caí en la casa de ellos porque estaba desesperada, no tenía otro lugar en el mundo donde ir. Nunca pensé que ellos, que hablaban tanto de Dios, iban a hacerme esto, todavía me cuesta creer”.

“Sentía que me hacían mal, que me daban de comer para atragantarme, después para que no viera me sacudían con un spray de limpieza en los ojos”, relató la mujer en declaraciones realizadas en el Hospital Municipal, donde se recupera tras escapar de su cautiverio.

Molina afirmó que creyó que con la periodista Estefanía Heit “podíamos ser amigas, no sé cómo pasó todo esto”.

Adelantó que apenas le den el alta médica volverá a Río Colorado, de donde es oriunda.

Sobre su relación con Estefanía Heit admitió que “creía que podíamos ser amigas”.

¿La golpearon? –preguntó el periodista de “Perfil”.

–Sí. No a diario pero muy seguido, más al final. Creo que me pegaban con los codos. No bien pase todo esto, me voy a Río Colorado.

–¿Qué piensa de Estefanía y de Jesús?

–No quiero hablar, creo que me querían hacer doler, me querían joder, sólo para que me duela.

La fiscal de Bahía Blanca María Marta Corrado aseguró que “la víctima no fabula” y confirmó que existen videos que demuestran los abusos, videos estos que habrían sido tomadas por la periodista de Coronel Suárez.

La funcionaria judicial también anunció que se abrirá una causa para investigar las supuestas estafas a las que habría sido sometida la víctima por parte de la pareja.

En ese sentido, la semana pasada se conoció una conversación entre Molina y Olivera. “Vendé lo que sea”, la instigó por mensaje de texto el falso pastor.

La mujer obedeció y vendió en dos oportunidades su casa de Río Colorado. También se deshizo de sus muebles, un auto y una moto.

De acuerdo a la denuncia, Molina, de 33 años, viajó desde su ciudad, Río Colorado, en Río Negro, hacia los alrededores de Coronel Suárez, en el sur de la provincia de Buenos Aires, convencida por Olivera, supuesto pastor que le prometía que allí encontraría su paz interior.

Sin embargo, de acuerdo a la denuncia, la mujer fue recluida en una vivienda de la calle Grand Bourg al 1800, donde vivía la periodista de Coronel Suárez, que trabajaba en el noticiero local.

Allí, según su denuncia, fue sometida a diferentes tormentos psicológicos y físicos y las veces que salió de la vivienda (donde de acuerdo con lo que dijo apenas le daban agua y comía una vez por semana una mezcla de polenta y alimento para perros) fue para retirar dinero que le pedía a su familia, con el fin de entregárselo a su líder espiritual, señala la investigación.

Al límite de sus fuerzas físicas, según confirmaron los médicos que la vieron, Molina logró escapar de esa casa el 12 de noviembre.


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