No todo es igual

La sala del Concejo Deliberante se llenó de aplausos para recibir al intendente minutos antes de inaugurar el 18º período de sesiones ordinarias. El sonidista oprimió el botón, las taquígrafas con el lápiz de punta afinada para hacer lo suyo, y Jorge Ferreira comenzó a desgranar lo que pretendía en unas once páginas y menos de 20 minutos.

Puso el acento en la superación en todo orden en tres años de gestión. Menos deuda (reducción a 10 millones de pesos), importantes ingresos con recaudación cercana al 60 por ciento, apoyo al sector productivo, mejoramiento de los programas sociales y un mapa de obras públicas a satisfacción de la sociedad.

Todos índices positivos, flores en la costanera y floreo en cada área. «Sobrecumplimos los objetivos», resaltó.

Sí resultó llamativo no haber aludido a su intento reeleccionista pero inyectó en más de una oportunidad, insinuaciones hacia políticas de largo plazo. Un ingrediente más fue haber puntualizado la necesidad de extender las fronteras. La idea es llevar servicios hacia la costa atlántica forzando como si fuera un imán personal, un acuerdo de límites con San Antonio Oeste.

No es ocioso medir en detalle sus palabras. Hay verdades y realidades a la vista y otras sutilmente ocultas. Muestran que nada es igual por más que el escenario, los actores y los libretos hayan sido los mismos ese jueves 1 de marzo.

El intendente habló de mezquindades políticas. Como si el actor Guy Williams nos refresque a cada instante el zig-zag de la espada para sellar el símbolo del zorro.

La difícil relación con la oposición -a partir de ese recurso lingüístico- volvió a renovarse. La concejal peronista Verónica Belloso no aplaudió el cierre marcando la cancha. Los demás golpearon palmas tenuemente aunque al momento de interpretar el contenido, mostraron los dientes. Y seguirán mostrándolo en un año electoral.

Nada pareció ser trivial en la semana y roza lo atípico.

La conducción del gremio municipal no estuvo presente. No faltó quien pregunte si había aún heridas no suturadas ni curadas. En ese mismo momento sus principales referentes estaban reunidos con empleados quejosos por problemas de higiene y seguridad laboral en algunas dependencias.

Casi coincidentemente apareció instalado que Viedma volvía a tener producción de tomate para industria. Quienes escucharon al pasar, sin hacer chequeo previo, creyeron volver a ver la película de grandes inversiones y el retorno de la producción de pulpa en plantas procesadoras que cayeron con el país. ¿Memoria u olvido?. Se anunció que la poderosa Alco-Canale venía por dos hectáreas de tomate. Sí, apenas dos hectáreas. Algunos lo tomaron como un chiste. Ferreira dedicó importantes párrafos al tema productivo. Tendrá que remar mucho. La ciudad adolece de cultura productiva y dignificación humana a partir del esfuerzo, por más que el jefe comunal elogió el desarrollo económico derivando en la creación de «cientos de puestos de trabajo». No será necesario recabar información sísmica para observar otro síntoma. Los taxistas reiteraron sus alertas sobre problemas de seguridad ciudadana. Este aspecto en el discurso del intendente fue tomado como una cosa más dentro de lo que denominó una integralidad.

 

ENRIQUE CAMINO

rnredaccionviedma@yahoo.com.ar


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