La literatura, la otra pasión de Arabela Carreras

La política y el arte van de la mano. La capacidad de crear y recrear mundos, de proyectar realidades y de invertir la pasión en pos de ello, no pareciera ser muy diferente de la tarea política. Los candidatos se apasionan y creen en un proyecto al punto de convertirlo en una realidad, en la que la creatividad resulta un condimento clave. Se trata de “construir utopías colectivas”, por un lado, y de ser capaces de “ejecutarlas en la actualidad”, según la visión de la gobernadora electa, Arabela Carreras. Ella es licenciada en Letras Modernas por la Universidad de Córdoba, y su pasión por los cuentos y la poesía sigue intacta.

Arabela Carreras, gobernadora recientemente electa de Río Negro, es licenciada en Letras Modernas, por la Universidad Nacional de Córdoba.

Ni bien terminó de estudiar pasó por un breve período docente en Córdoba y regresó a su Bariloche natal. Allí se volcó de lleno a la docencia en educación media, diurna y nocturna, y también en el Instituto de Formación Docente. “Mi mayor vocación fue para el secundario”, reconoció.

Entre reuniones preliminares a su asunción, en medio de la gestión política y muchos viajes a través del territorio rionegrino, Arabela se tomó un tiempo para la cultura, y se acercó a Cipolletti donde cerró una de las ediciones más exitosas de la Feria del Libro, y asumió el rol de madrina.

Desde muy pequeña tuvo acceso a una gran cantidad de libros que había en su casa. Ya a sus 12 años tuvo que empezar con los libros “de adultos”, explica para diferenciarlos de “los libros de niños y adolescentes”, porque ya los había leído a todos.

“Tenía un cuadernito en el que copiaba textos que me gustaban”, recuerda. “A lo largo del tiempo fui teniendo distintos textos, y muchos cuadernos, pero lo interesante es que cuando los releo me siguen gustando”, aseguró.

Entre sus favoritos podría decirse que Borges, tanto desde su prosa como su incomparable poesía, ocupa un lugar preponderante en el podio de la futura gobernadora. Cortázar y sus cuentos, con “Rayuela” a la cabeza también, está entre sus favoritos, contó.

Para Carreras la literatura, la música, el teatro, son complementos para su faceta política. “Crear e inventar mundos y realidades en la construcción de utopías, y por el otro lado ser hábiles ejecutores en la actualidad, en la vida cotidiana”, se explayó y resumió: “Esa combinación entre utopía y gestión es lo que genera resultados”.

En ese sentido sostuvo que “las decisiones de hoy tienen que estar orientadas por una mirada hacia el futuro, hacia dónde va la sociedad, para saber cuáles son nuestros objetivos colectivos, qué sentido tiene nuestro camino, y creo la literatura nos aporta mucho para construir esa utopía”, expresó.

Justamente porque la “realidad se crea con palabras”, como bien lo expresó durante su exposición en la Feria, la futura gobernadora leyó “Fábricas de amor”, de Juan Gelman. Consideró que es un texto “magnifico en su sencillez y su profundidad a la vez” y contó que la acompaña “desde siempre”.

Con una voz cálida y un tono sostenido, dejó en claro su amor por la poesía y aclaró: “Vuelvo sobre este poema cuando pienso en lo que tenemos que hacer como sociedad, porque a veces actuamos mecánicamente y vamos hacia un rostro que no somos nosotros”, relacionó y se preguntó: “¿Cuál es nuestra utopía, como provincia, como país, ¿hacia adónde vamos?, creo que en tiempos de crisis se pone vigente esta pregunta”, indagó.

Un feminismo no violento y sin excluir a los hombres

La futura gobernadora se definió feminista, pero aclaró que hay muchas variantes de ese movimiento, y que no todas coinciden en sus postulados. “Me identifico con el movimiento HeForShe”, señaló. Se trata de una campaña solidaria que promueve la equidad de género. Fue creada por la ONU Mujeres, y procuran involucrar a los hombres y niños en la búsqueda de la igualdad de género y la reivindicación de los derechos de las mujeres.

“No ese feminismo que excluye al hombre y su mirada”, advirtió.

Explicó que siente la necesidad de “actualizar el debate”, al que le vendría muy bien “bajar el nivel de confrontación y reducir la violencia en cuanto a lo discursivo, porque estamos ante una sociedad nueva”, sostuvo.