No todos quedaron conformes en Bariloche

Empresarios y funcionarios de Bariloche coinciden en que la temporada fue positiva, tanto en la afluencia de gente como en los ingresos económicos que generó el sector. No obstante, algunos se quejan, ya que sus expectativas eran mayores. En un balance general, la mayoría coincidió en que la temporada estival fue satisfactoria.

El segmento que mayor porcentaje de ocupación registró fue el de los establecimientos de cuatro y cinco estrellas, los cuales orillaron una ocupación estival promedio del 95 por ciento. El hotel Edelweiss, el Panamericano, el Llao Llao y el Nevada, en el máximo segmento de la oferta alojativa local, registraron una ocupación promedio superior al 98 por ciento durate el verano.

Desde la Secretaría Nacional de Turismo se informó que la ocupación durante el mes de diciembre se incrementó en la región del Nahuel Huapi en un 17 por ciento durante el mes de diciembre con respecto al año anterior. En enero el incremento orilló el 7 por ciento y durante febrero el aumento llegó al 5 por ciento. Los datos, visados en la secretaría municipal local, promedian un incremento global pero registran dudas respecto a un segmento puntual de alojamientos.

«Tuvimos una ocupación es

tival superior al 80 por ciento», reconoció un propietario de cabañas y bungalows en el kilómetro 4.500 de la ruta al Llao Llao. No obstante el empresario presagió una temporada media significativamente inferior para marzo y abril. Los cinco hoteles y apart-hotel que abrieron sus puertas durante el verano en villa Catedral denotaron un aceptable promedio alojativo. «Sí bien el centro deportivo no constituye un atractivo durante el verano, Bariloche sigue siendo una opción interesante para la temporada estival», reconocieron los entrevistados.

La información oficial indicó que durante el verano los porcentajes de ocupación orillaron el 69 por ciento en enero y un 64 por ciento en febrero. Durante este período el gasto promedio estimado por los organismos estatales orilló los 200 pesos diarios. No obstante, estos guarismo fueron minimizados en forma significativa por los empresarios vinculados a la asociación de hosterías y cabañas de esta ciudad, los cuales no dudaron en calificar a la temporada como «mediocre».

A nivel general, las estadísticas estatales indican que el crecimiento global de la temporada, tomando en cuenta el período que va del 15 de diciembre al 29 de febrero, fue del 8.7 por ciento respecto a igual período del año pasado. Un dato significativo fue la afluencia de visitantes trasandinos, que apuntalaron los índices de ocupación y de gasto en febrero.

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